5 técnicas de disciplina positiva para cambiar la mala actitud de tu pequeño
Si la tarea de Mamá y Papá es guiar a nuestros hijos hacia una vida orientada en valores, eso no significa tener que diseñarles un mundo tipo irreal como Disney.
Implica recurrir a medidas correctivas y disciplinarias cuando asumen conductas no aceptables.
Comentarios como “¿Qué no vale más una nalgada o un manazo a tiempo que lamentarse después?” o “A mí me dieron más de una nalgada, me echaron varios ojos de pistola y pellizcos de monjita y no siento que esté tan amolada en la vida”.
La verdad estoy de acuerdo con estos padres, no estamos tan amolados hoy en día; pero estoy convencida que agredir e infundir temor NO es la forma idónea para el control de la conducta.
¿Los niños serán obedientes en este modelo disciplinario?
Probablemente sí, pero serán niños que obedezcan por miedo y sumisión, no por convicción. Entonces, ¿Cómo podemos disciplinar a nuestros hijos basándonos en el amor y el respeto? Con la disciplina Positiva.
Aquí te paso 5 técnicas de disciplina positiva con las que podrás cambiar la actitud de tu hijo sin necesidad de los golpes, los gritos y las amenazas. Y lo mejor de todo, es que la disciplina positiva siempre funciona.
1. Toma una pausa antes de reaccionar:
Si bien los niños llegan a la famosa “hora cero”, a los Papás nos pasa lo mismo. Sentimos que es inevitable perder la calma, que aparezcan los gritos, las amenazas o las nalgadas. Al reaccionar de esta manera, reforzamos un estilo de resolución de conflictos poco saludable pues pueden ser conductas que ellos mismos reproduzcan con otras personas o con Ustedes mismos.
Les estamos enseñando que gritar, amenazar o agredir es válido cuando se esta enojado. Si logramos tener autodisciplina y reaccionar desde una postura paciente, de escucha y de disposición, seremos un modelo positivo. Enseñando a los niños que la mejor vía para llegar a un acuerdo es la escucha mutua.
2. Colóquense en una postura accesible:
Educar a los niños el valor de respeto a la autoridad creo que es algo que se ha ido perdiendo. Sentimos miedo a imponer reglas a los hijos por evitar un pleito o creer que somos unos sargentos. Educar a los niños en el respeto a la autoridad no debe confundirse con autoritarismo, si no, una postura tolerante, empática y tomando un papel de coach, en ningún caso de sargentos.Un coach les permite hablar y expresarse, sentirse en confianza de acercarse; un sargento de ninguna manera, pues da miedo.
3. Mamá y Papá, permítanles expresarse:
Cuando los adultos nos sentimos frustrados y rebasados por la “mala” conducta de los hijos, llega el regaño o el castigo inmediato sin haber dado cabida a la escucha. Sugiero que den oportunidad de explicar lo que están sintiendo, las razones que los llevaron a actuar así. De esta forma estarán fortaleciendo su capacidad de comunicarse, y sobre todo, de reconocer sus errores y lograr autocontrol. Pero lo más importante, le estarán enseñando que su voz esta siendo escuchada.
4. Explíquenle las consecuencias pero también otras alternativas:
Aprovechen para explicar las consecuencias que vienen después de sus actos. Sugiero que sean consecuencias naturales y no castigos, pues estos dañan la relación y cierran el canal de comunicación. Recuerden que buscamos que los niños obedezcan por convicción y no por sumisión.
No vale la pena recurrir a la violencia, al manazo o a la nalgada, estos sólo afectarán su desarrollo y no están generando nuevas alternativas para resolución de conflictos. Dar otras opciones más asertivas a la misma situación, por ejemplo, “Parece que está vez el sentirte enojado te llevo a pegarle a tu hermano, crees que la siguiente vez que algo no te parezca le pueden decir: Eso no me gusta!”, generará resolución de conflictos saludables.
5. Hablen siempre con claridad y honestidad:
Uno de los objetivos de ser Padres es ayudar a los niños a entender lo que hicieron mal, sin dejar a un lado, el reconocer lo que hicieron bien. Esto no se logra con amenazas, gritos o humillaciones pues así se verán reflejados. Dense permiso de hablar con una escucha abierta, dejando a un lado el autoritarismo, les prometo que descubrirán una nueva posibilidad de acercarse, en donde ambos conocen lo que siente el otro, lo que les preocupa y así se verán reflejados, tomando una postura similar.
Mamá y Papá: existen herramientas y técnicas prácticas para disfrutar el tiempo que comparten con sus hijos y acompañarlos en su camino de vida. Los invito a acercarse a una disciplina positiva, basada en el respeto y en el amor: Positive Parenting.