Los terribles 2 años: 4 consejos para sobrevivirlos
Mi retoñito ha empezado a hacer unos berrinches muy… ¡extraños!
Ahora le ha dado por llorar inconsolablemente con lagrimotas de cocodrilo (diría mi abuela) y calmarse en un segundo, para literal ponerse a reír como loquito desesperado al siguiente (¿poooooor?).
No, ya chequé y a esta edad no es bipolaridad (todavía) lo que sí es, es la famosa etapa llamada ‘los terribles 2’, ‘terribles twos’ o como lo conozcan en su casa, pero lo más chistoso de esto, es que al menos en mi caso, esto ha sido muy marcado y muy notorio acercándose su segundo cumpleaños en enero.
Así que me acerqué a una de las personas expertas en el tema y en quien más confianza tengo para preguntarle este tipo de experiencias, la Dra. Marissa Guiot, quien es Licenciada en Psicología por la Universidad Veracruzana con formación en Psicolingüística y Educación.
¿Qué sucede en esta etapa?
Platicando con la Dra. Marissa, me comentaba que es justo en esta etapa donde hay cambios significativos en su lenguaje y sus procesos cognitivos; muchas veces, en esta etapa que suele ser alrededor de los dos años, los niños ya pueden darse cuenta de que tienen la posibilidad de escoger que quieren y que no, y de decirlo usando su lenguaje, pero muchas veces su vocabulario o forma es imperfecta, lo que les puede generar frustración al no ser entendidos.
¿Qué podemos hacer?
De acuerdo con la experiencia de la Dra. Marissa trabajando con niños pequeños, estos son 4 consejos básicos para sobrevivir —lo mejor que pueda— esta etapa con tu pequeño:
Déjalo ser autónomo
Evidentemente en la medida en la que no se lastimen o no los pongas una situación de riesgo para ellos, pero intenta darle a tu hijo(a) la oportunidad de explorar y de investigar aquello que quiere.
Muchas veces, ésta debe de ser una decisión rápida, pues si decides que no es algo que pueda hacer, tomar o explorar e inicia un berrinche, es mejor NO ceder una vez que ha comenzado la rabieta.
No cedas
En este sentido, una vez que ha comenzado el berrinche, es mejor NO ceder ante él; según nos comenta Marissa, si el niño entiende a través de ensayo y repetición que no importa cuánto llore o grite, al final conseguirá lo que él quiere, es una ‘excelente’ manera de escalar los berrinches a aquellos que son incontrolables o extremos, como cuando los niños se avientan a patadas hacia los padres o hacia otros niños o adultos.
En esta etapa, el niño ya ha comprendido que:
Entre más escale su energía y su rabieta, más pronto conseguirá lo que quiere.
Sí, entiendo también que especialmente cuando estamos en un lugar público es difícil no ceder, pero en este sentido, toca mejor aguantar el berrinche o bien, distraerlo con algo más (ej. música, paseos por la calle, etc.) cualquier otro estímulo que le ayude concentrar su atención fuera de la rabieta.
Haz acuerdos
Entre tu pareja y tú, y con otros adultos que cuiden a tu hijo. Según la Dra. Guiot, esto es un punto primordial.
Tanto el papá como la mamá deben de estar en el mismo canal, y si es que has decidido NO ceder ante el berrinche, ya sea en casa o en un lugar público, es importante que TODOS los miembros de la familia acaten y se unan a la decisión.
Es una mala idea que alguno de los padres actúe fuera de este acuerdo, pues el niño entenderá con quien puede (o no puede) hacer estas rabietas.
Redirige su atención
Cuando estamos en el ‘esplendor’ del berrinche, es muy difícil concentrarse y más si estamos solas con nuestros hijos, en un lugar público y con miradas matadoras de los adultos que están alrededor, pero es importante RES-PI-RAR y pensar en estrategias que te ayuden a distraer o focalizar la atención de tu hijo en otra cosa.
¿Qué puede ser? Depende de cada mamá; tú mejor que nadie conoces a tu hijo y basta confiar en tu instinto de madre; recurre a alguna caricatura o canción favorita, llévalo a dar un paso en tus brazos alrededor del restaurante, encuentra a otro niño que le llame la atención a tu hijo y que esté cerca en el lugar, tal vez hasta terminen jugando juntos, etc.
Y por último, PA-CIEN-CIA
Eso es lo que a mi parecer, es una de las cosas más difíciles, especialmente si estamos cansadas, no hemos dormido lo suficiente, estamos estresadas, etcétera, pero de nuevo, recuerda que tu pequeño no lo hace con la intención de evidenciarte o lastimarte, es solo un proceso más dentro de sus etapas de desarrollo.
Por Xanat Guiot para Naran Xadul
Xanat es PR, bloguera y mamá de tiempo completo, compartiendo en sus blog sus experiencias como nueva mamá latina viviendo en Canadá.
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