¿Qué hacer cuando mi hijo es rechazado por otros niños? 6 maneras de apoyarlo
De niños todos fuimos rechazados o excluidos en algunos momentos, algunos más y algunos menos, pero nadie se salva…. ¿o sí?
Quizás fuimos los últimos en ser escogidos en la clase de deportes.
O no nos invitaron al cumpleaños de un amiguito del salón.
O no nos invitaron a jugar en el recreo.
O no nos dieron una oportunidad que creíamos que merecíamos.
Pero la verdad es esta: ser rechazados o excluidos duele… y duele mucho.
Pero también es verdad que no nos podemos salvar de experimentar estas experiencias y emociones difíciles. Y tampoco podemos salvar a los niños de vivir estas experiencias.
Aun así, algunas maneras de apoyar a un niño que fue rechazado son:
- Validar sus emociones y su experiencia. Es importante que el niño se sienta entendido y validado, que el sentimiento sea normalizado y así pueda entenderlo y manejarlo. El fracaso, el dolor, la tristeza… son emociones seguras, normales y válidas: de ellas aprendemos y crecemos.
- Acompañarlo en su sentir. Dejar que se sienta mal y después pensar en otras alternativas. Al manejar y vivir estas experiencias una persona se fortalece, y la próxima vez que sea rechazado sentirá que tiene herramientas… que a pesar del rechazo sale adelante.
- Recordarle lo mucho que vale como persona. El valor de tu niño está en ser él mismo, no en sus logros ni en lo que piensen los demás de él. Lo que es como persona es lo que vale e importa más.
- Tú eres su espejo. La manera que tienes tú de manejar y vivir el rechazo, será su guía y su espejo. Si un adulto tolera emociones incómodas, el niño aprenderá a tolerarlas.
- Recordarle que es imposible agradarle a todos los demás y que no todo es lo que parece. No todo es personal y lo que hacen los demás tiene que ver con ellos mismos. Ayúdale a ver quiénes sí están y quiénes sí lo quieren.
- Cuidado con sobreprotegerlo o con negar que fue rechazado. Apoyarlos cuando sea necesario, pero dejarlos resolver por ellos mismos. Esto les dará confianza en ellos mismos y en su capacidad para resolver problemas.
Recuerda: lo más importante es que tú también pienses en cómo reaccionas cuando te rechazan, en las veces que te han rechazado, en cómo lo vivías de niño y cómo lo resolvías. Solamente así podrás acompañar a tu hijo y transmitirle que el rechazo duele, pero puede salir adelante.
Fuente: Child Mind Institute