Consejos que toda mamá tiene que conocer para reducir el estrés
Cuando eres mamá llegas a un punto en el que tu paciencia está al límite, todo te parece mal y prácticamente sientes que el mundo se viene encima; el estrés se apodera de ti y, sin darte cuenta ya le estás llamando la atención a tus hijos, quienes te ven con cara cautelosa y nerviosa.
Por más que piensas qué es lo que te pasa y te dices a ti misma que no volverá a pasar, ese agobio y estrés siempre hacen de las suyas en ti. Así que es momento de que actúes y empieces a tomar algunos consejos efectivos para reducir el estrés y disfrutar más a tus pequeños y a la vida.
1. Recuerda tus razones para ser mamá
La maternidad tiene sus altas y sus bajas, no todo es color rosa o va a estar perfecto siempre, pero lo que debes recordar siempre (sobre todo en esos días en que sientes que vas a explotar o tienes la presión viajando por todo tu cuerpo) el amor que le tienes a tus hijos.
No olvides que ellos confían y sólo te tienen a ti para cubrir sus necesidades de AMOR, atención y protección.
Cuando tengas un alto nivel de estrés, sólo mira sus ojos y notarás como ese enojo y frustración desaparecerá lentamente. No vale la pena pasar un mal rato si puedes solucionar las cosas con amor.
2. Desahógate
Tal vez parezca difícil, pero es muy importante que te des tiempo para ti, para hablar de lo que te molesta, te gusta o te desespera.
Programa una reunión semanal, quincenal o mensual con tus mejores amigos. Ten por seguro que ellos te escucharán y te ayudarán a controlar tu estrés. Después de verlos y platicar te sentirás llena de fuerza, con nuevas ideas para superar las dificultades del día y día, pero lo mejor de todo… saldrás feliz y liberada.
3. Acepta los desafíos y supéralos
Ser mamá no es nada fácil, siempre debes estar preparada para lidiar con cosas que jamás imaginaste; sin embargo, toma estas situaciones estresantes como un reto o desafío que debes superar por tu bien y el de tus hijos.
Crea tus propias estrategias, aunque no lo creas tú misma encontrarás las respuestas, ya que nadie como tú conoce la situación.
Aprende a delegar y a diferenciar lo importante y lo urgente para controlar el estrés y evitar sentimientos de culpabilidad.
Recuerda que si te quieres convertir en una “súper mamá” (atender hijos, esposo y hogar sin descuidar nada) sólo causará estragos en tu salud física y emocional. Mejor, deja que las cosas fluyan y organízate un poco mejor cada día.
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