A ti futura mamá...
Maravíllate de tu capacidad para dar vida.
Siente cómo cambia tu cuerpo a lo largo de estas 40 semanas.
Es increíble cómo tu cuerpo se transforma para alimentar a ese pequeño ser y se prepara para su llegada. Es posible que te veas frente al espejo y no te reconozcas, el no encontrar ropa que te guste, el tener que cambiar tu estilo, quizá cambiar los tacones por unos zapatos más cómodos o abandonar la ropa ajustada no te haga sentir la mujer guapa y atractiva que eres, pero créelo, ¡Estás hermosa! Estás dando vida, la llevas dentro de ti.
Eso ya te hace estar en un momento único y maravilloso en tu vida. No te agobies por si estás comiendo mucho, o poco, si estás durmiendo de más o te hacen falta horas de sueño.
Escucha a tu cuerpo. Obviamente atiende las indicaciones del doctor, pero a partir de ahora y hacia adelante, tu intuición jugará un papel súper importante en tu vida y en la de tu(s) hijo(s).
Deja fluir tu intuición, deja que te indique lo que tú y tu bebé necesitan. Si tienes hambre come, si tienes sueño duerme. Por muy lógico que suene, de verdad que a veces escuchas tantos consejos, todo mundo queriendo opinar, que te pierdes y no sabes qué es lo mejor.
Así que escucha a tu cuerpo, él sabrá decirte lo que necesita. De ahí la importancia de confiar en ti. Desde el momento en que te enteras que estás esperando bebé, te acercas información por todos lados y de repente te sientes rebasada entre tanta cosa que lees. Sigue tu instinto y ante cualquier duda, pregúntale a tu médico.
Te toparás con muchísimos comentarios y opiniones, tómatelos con calma. Quédate con los que te sirvan y suelta los que no te aporten. Una de las cosas que más van a cambiar con la llegada de bebé es tu relación de pareja y no te lo digo para que te asustes, sino para que tomes cartas en el asunto desde ahora.
Refuerza tu relación, acompáñate de la persona que amas, compártele tus miedos (seguramente él también los tiene) y aprendan a sobreponerse al mal momento que te jueguen las hormonas.
Salgan a cenar, vayan al cine (por un buen rato tendrán que olvidarse de él), bailen, ríanse, hazlo partícipe de este momento, duerman abrazados, hagan el amor cada que se les antoje.
No pidas que te entienda, un hombre está muy lejos de entender por lo que pasamos. No se trata de menospreciarlos, sino de ajustar nuestras expectativas para no sentirte frustrada ni decepcionada.
Agradece cada gesto de amor que tenga hacia ti.
Disfruta tus momentos a solas, incluso las idas al baño, el comer tu sopa caliente, el despertarte hasta la hora que quieras o puedas, ve tu película favorita todas las veces que quieras, canta a todo pulmón esa canción que tanto te gusta, déjate consentir, date un baño caliente, tómate fotos.
No es que cuando te conviertas en mamá te olvides de todas estas cosas (o bueno, tal vez si), por eso después el reto es recuperar tiempo para nosotras mismas.
Todos tus miedos son válidos, pero no te paralices.
Las mujeres llevamos un chip que se activa cuando vemos la prueba de embarazo marcando “positivo” y por más temores y adversidades con las que nos topemos, siempre, siempre salimos adelante.
Así que relájate y prepárate para conocer un amor inmenso en una pequeña personita y para descubrir tu nuevo yo. No dudes de ti, ¡sabrás cómo hacerlo!
Autor: Claudia Castro http://charlasdemamas.com/ Por: @9lunas https://www.facebook.com/9lunass/?ref=page_internal