¿Es bueno arrullar a un bebé para que se duerma?

"A la rorro niño, a la rorro ya, duérmete mi niño, duérmeteme ya"

¿te la sabes no? Es una de las canciones de cuna más lindas para acurrucar al bebé entre nuestros brazos y acompañarlo en los momentos que necesita de nosotras para darle paz, amor, contención y lograr que sus sueños sean los más lindos.

Es una de las canciones que han pasado de generación en generación para arrullar a nuestro más grande amor, mientras vemos esa carita que nos conforta, mientras tomamos esa manita que nos da fuerza y mientras vemos pintar esa sonrisa de inocencia en el rostro más bello del mundo, cuando escucha nuestra voz.

Y es que la palabra arrullar tiene el significado de cantar suavemente para dormir o tranquilizar a un niño y viene de la onomatopeya rurru rurru, como el sonido de las palomas, y de ahí la linda melodía que todas conocemos y entonamos cada noche.

¿Y por qué es importante arrullar a nuestro bebé? Porque le ayudamos a reducir el estrés, la ansiedad y la tensión muscular, gracias al contacto físico. Además, se estabiliza su ritmo cardiaco y respiración, lo que beneficia el sueño reparador. Pero lo más importante, se siente amado y protegido en su espacio más seguro, mamá.

Si le cantas lo harás sentir seguro y feliz. Estimularás su memoria, concentración y el desarrollo del habla. Además fomentas la expresión, sensibilidad e incrementas su autoestima. ¿Cómo lo puedes comprobar? cuando sea más grande y comiences a tararear esa canción te aseguro que se acordará, mi hija más grande lo hizo, y me lleno el corazón de felicidad.

Y por último, es importante que durante los primeros meses envuelvas el cuerpo del bebé con una manta o pañuelo de tal manera que solo quede fuera su cabecita. Cuando abrazamos al bebé arrullado de esta manera se siente resguardado como cuando estaba en el útero materno. Así le facilitamos la adaptación a su nuevo entorno.

Genera este vínculo maravilloso con tu recién nacido y disfrútalo al máximo, acá entre nos, este momento es uno de los más entrañables cuando comienzan a crecer, y nunca regresa.