Yo quería ser mamá...
NUNCA me proclame una Susanita, tal vez por eso no idealice el embarazo, ni el parto, ni la cantidad de hijos que iba a tener.
Lo único que sí sabía, es que de alguna u otra manera, yo iba a ser mamá.
Mas allá de la indescriptible experiencia de estar embarazada y dar a luz, yo quería hablar de ellos y no de mí.
Porque mamá te llaman ellos, porque a ser mamá te enseñan ellos. Porque soy de las que piensa que mamá no se nace, se hace.
Y desde el minuto uno que ponen al chico en tus brazos, entiendes lo que tantas veces te repitieron, que no hay amor más grande que el amor a los hijos. Ese amor que duele, que transforma, que inmortaliza.
Ese amor que te hace mejor persona, que te hace más vulnerable.
No me acuerdo sí mi mamá me dio la teta o la mamadera, sí me dejaba llorar un poco, sí me daba de comer comida orgánica o fideos en paquete, pero sí me acuerdo de sus abrazos, de su atención, de su contención, de su incondicionalidad, de sus cuidados, de su confianza, de su refugio y de su calidez.
Y eso quiero yo para mis hijos, no pretendo ser su persona favorita en el mundo, pero sí, que ellos sepan, que siempre serán las mías. Ellos y los hijos de mis hijos.
Yo quería, en este mundo de lazos descartables, un vínculo infinito, y eso te lo brinda un hijo, sin importar como llegue a tu vida:
Sí por tu vientre o por tu corazón.
Yo quería ser muchas cosas, algunas soy, otras lejos de serlas, pero la única que elegiría una y mil veces y jamás me voy a arrepentir, es la de ser mamá, porque eso era lo que yo de verdad y sin darme cuenta, más quería.
Por Flor the Flower para Naran Xadul