Mamá en pausa
Te admiro a ti y a tu fuerza para enfrentar batallas.
A tu capacidad de sonreír ante las preguntas incómodas.
Admiro tu paciencia, tu dedicación y tu lucha. Sé que cada prueba negativa ha sido una real cachetada. Que cada resultado negativo ha sido una sacudida enorme; pero ahí estás, fuerte, dispuesta y llena de optimismo.
Sé que no es fácil leer todas las aventuras de la maternidad, pero déjame decirte que eres tan madre como yo, como ella, como todas. Sólo tienes una maternidad en pausa, pero das el mismo amor y la misma entrega a un ser que aún no conoces. Me gusta pensar que ese angelito está perdido y aún no encuentra el camino a tu panza, pero sé que tarde temprano lo hará.
Sé que tú también lo sabes.
Mientras tanto, luchas a diario. Muchas veces esa lucha es contigo misma, con no llorar, con no gritar, con mantenerte fuerte, entera. Sé que tienes miedo, sé que un nuevo NO, te aterra. Pero sé que te vas a levantar, que la esperanza está intacta. Sé que siempre podrás intentarlo una vez más.
Sé que puedes sentirte agotada, y cuando eso pase, toma mis fuerzas, te las presto, te las doy... no sabes cómo tu fortaleza ha sido mi ejemplo en muchas ocasiones cuando siento que no doy más. Sé que tal vez quieras darte por vencida alguna vez, y si es necesario, hazlo... te prometo estar para decirte que lo podemos intentar una vez más.
Eres un ejemplo, una guerrera, una escogida. Si, suena raro y contradictorio, pero sé que si tienes esta batalla en frente, es porque eres capaz. Porque tu corazón está lleno de tanto amor para dar, que el universo y Dios están buscando al ángel adecuado para que sea el que lo reciba.
¡Gracias!
Por esa fuerza, por esas ganas, por ese empuje. Gracias por ser esa mamá ejemplo. por enseñarme lo que una mujer es capaz de hacer por sus hijos. gracias a ti conozco otra forma de amor incondicional, más grande, más pura.
Te admiro, te respeto y te apoyo en todo. Así como tú, sin querer, me enseñas tanto, yo te prometo estar ahí para llorar juntas, luchar juntas, dar batalla, una y mil veces.
Estoy convencida que será más pronto que tarde cuando toda esta lucha sea solo una historia.
Pronto esta pausa será una realidad. Tendrá nombre, nos mirará, saldrá de tu imaginación y será real. Y en ese momento cuando voltees, me veas, lloremos juntas... sabrás que valió la pena, sabrás que la pausa terminó.
Mi admiración seguirá intacta, mi respeto crecerá más y agradeceré porque el milagro al fin se dio.
¡Eres la mejor mamá que he conocido!
Texto original Por 9 lunas para Naran Xadul