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Cómo afecta el orden de nacimiento la personalidad 

Publicado: 11 de Noviembre 2019
Vida de mamá
Foto: IG @justy_olive
Foto: IG @justy_olive

¿Será real que el mayor es más responsable y el segundo es más rebelde? O qué tal lo que dicen acerca de los hijos únicos, que son más egoístas y exigentes. Esto es lo que muchos psicólogos han analizado desde hace tiempo. 

 

 

La primera teoría surgió a finales de los años 20 con Alfred Adler, un amigo cercano de Sigmund Freud. Él creía que el orden en el que nacemos dentro de nuestra familia afecta la personalidad. Con los años, otros teóricos también escribieron al respecto, describiendo cómo son los mayores, los del medio y los menores. 

 

 

Los hijos mayores

 

 

Los mayores tienden a ser más conservadores, orientados al triunfo y con una gran disposición de liderazgo. Suelen asumir su responsabilidad de hermanos mayores y a veces parecen mini adultos. Son diligentes y buscan hacer las cosas bien. 

 

 

Son más cuidadosos, pues tienen a veces más atenciones de sus padres, o más expectativas puestas en ellos, son seguros, controladores, responsables y estructurados. 

 

 

Los segundos

 

 

Los segundos o medianos sienten que tienen que superar el modelo a seguir del hermano mayor. Su ritmo de desarrollo y aprendizaje es más rápido, son ambiciosos pero pocas veces son egoístas. Son fuertes y saben cómo enfrentarse a las dificultades de la vida. Son más amigueros, rebeldes, pacificadores, cooperativos, flexibles, comprensivos y les cuesta poner límites. 

 

 

Los más chicos

 

 

Los menores, suelen ser más mimados y esto se debe a que reciben no sólo la atención de sus papás, sino también de sus hermanos mayores. Son muy competitivos por lo que llegan a destacar en cualquier cosa que hagan. Son sociables, relajados y más libres, por lo tanto también pueden llegar a ser menos responsables e independientes. Les gusta buscar la atención de los demás. 

 

 

Aunque estas teorías las han estudiado psicólogos, no olvidemos que la personalidad de nuestros hijos también se forma en base a lo que ven en casa, así como las rutinas y lo que nosotros les enseñamos.

 

 

De acuerdo con Drew Gilpin Faust, Presidenta de la Universidad de Harvard de 2007 a 2018, la clave para reforzar la personalidad de nuestros hijos está en permitirles descubrir y reconocer sus pasiones, ayudarles a potenciarlas para que su personalidad se construya en torno a aquello que lo motiva. 

 

 

Así como enseñarles a estar atentos a lo que otras personas pueden aportar a su vida, es decir, reconocer qué características de otros se pueden combinar con sus pasiones, y así, al irse conociendo a sí mismos, también podrán compartir las suyas con el resto de las personas. 

 

 

El desarrollo de la personalidad tiene mucho que ver con los estímulos externos y características internas que pueden ser heredadas de generación en generación, pero una parte que influye mucho son las reacciones de los padres ante ciertas actitudes. 

 

 

Por lo que nuestra misión es reforzar sus destrezas y pasiones para que no pierdan la motivación de seguir trabajando con ellas.

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