Publicidad

Cómo se contagia el coxsackie, el virus que afecta al centro de México

Publicado: 4 de Octubre 2018
Vida de familia
Foto: Twenty20
Foto: Twenty20

Recientemente se han presentado en México (principalmente en Querétaro) algunos casos del virus Coxsackie, mejor conocido como la enfermedad de manos, pies y boca, que afecta principalmente a niños menores de 10 años.

Pero, antes de que te alarmes, lo mejor es que conozcas todo lo relacionado a esto.

Esta infección -generada por el virus Coxsackie A 16 y algunos otros virus pertenecientes a la misma familia- es fácil de identificar porque aparece un sarpullido en manos y pies, así como llagas dentro de la boca (labios, encías, lengua y paladar). Incluso, suele aparecer en los genitales.

Al mismo tiempo, se presentan otros síntomas como fiebre, dolor de garganta, malestar general y falta de apetito, los cuales generalmente aparecen a los tres o cinco días después del contagio.

Así se contagia el virus…

Es muy común que aumenten los casos de bebés y niños durante el verano y el otoño, sobre todo entre aquellos que se encuentran en guarderías o escuelas, debido a que están más expuesto al contagio.

Las principales formas de contagio están en el contacto con secreciones de la nariz, saliva, mucosidad o el líquido de las ampollas, y también a través de tos, estornudos, manipulación de objetos contaminados (juguetes, cubiertos) o por el contacto directo con el niño enfermo.

 

¡No te espantes, no es grave!

Aunque puede parecer un poco alarmante por las llagas y el sarpullido, no tiene consecuencias graves, aunque sí es importante que atiendas a tu hijo a tiempo para reducir los malestares.

Debido a que la enfermedad es generada por un virus, no existe un tratamiento específico, pero sí se pueden aminorar los síntomas con una buena hidratación y el control de la fiebre. Después de cinco o siete días, suele desaparecer.

Prevención, clave para mantener lejos a tu hijo del Coxsackie

La mejor forma de evitar que tu hijo se contagie con este virus es lavar sus manos frecuentemente; evitar que comparta utensilios o alimentos; desinfectar objetos que comparten con los demás niños, así como sus juguetes; enseñarle a cubrir su boca con un papel o con el antebrazo al estornudar.

 

Fuente: IMSS y healthyny.gob

Publicidad
Publicidad
Publicidad