Cómo se contagia el coxsackie, el virus que afecta al centro de México
Recientemente se han presentado en México (principalmente en Querétaro) algunos casos del virus Coxsackie, mejor conocido como la enfermedad de manos, pies y boca, que afecta principalmente a niños menores de 10 años.
Pero, antes de que te alarmes, lo mejor es que conozcas todo lo relacionado a esto.
Esta infección -generada por el virus Coxsackie A 16 y algunos otros virus pertenecientes a la misma familia- es fácil de identificar porque aparece un sarpullido en manos y pies, así como llagas dentro de la boca (labios, encías, lengua y paladar). Incluso, suele aparecer en los genitales.
Al mismo tiempo, se presentan otros síntomas como fiebre, dolor de garganta, malestar general y falta de apetito, los cuales generalmente aparecen a los tres o cinco días después del contagio.
Así se contagia el virus…
Es muy común que aumenten los casos de bebés y niños durante el verano y el otoño, sobre todo entre aquellos que se encuentran en guarderías o escuelas, debido a que están más expuesto al contagio.
Las principales formas de contagio están en el contacto con secreciones de la nariz, saliva, mucosidad o el líquido de las ampollas, y también a través de tos, estornudos, manipulación de objetos contaminados (juguetes, cubiertos) o por el contacto directo con el niño enfermo.
¡No te espantes, no es grave!
Aunque puede parecer un poco alarmante por las llagas y el sarpullido, no tiene consecuencias graves, aunque sí es importante que atiendas a tu hijo a tiempo para reducir los malestares.
Debido a que la enfermedad es generada por un virus, no existe un tratamiento específico, pero sí se pueden aminorar los síntomas con una buena hidratación y el control de la fiebre. Después de cinco o siete días, suele desaparecer.
Prevención, clave para mantener lejos a tu hijo del Coxsackie
La mejor forma de evitar que tu hijo se contagie con este virus es lavar sus manos frecuentemente; evitar que comparta utensilios o alimentos; desinfectar objetos que comparten con los demás niños, así como sus juguetes; enseñarle a cubrir su boca con un papel o con el antebrazo al estornudar.
Fuente: IMSS y healthyny.gob