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Cómo cuidar el ombligo de tu bebé después del nacimiento

Publicado: 27 de Junio 2018
Primeros meses
Foto: IG @giaenlavida
Foto: IG @giaenlavida

Seguramente tú, como yo, te pusiste muy nerviosa respecto al cuidado del cordón umbilical, pero no te preocupes, mantenerlo limpio es más sencillo de lo que piensas.

Cuando el bebé nace se corta el cordón y queda un muñón, que normalmente sujetan con una pinza, este amarre nos genera demasiado nerviosismo, pues sentimos que si lo movemos o tocamos le dolerá a nuestro bebé. Este muñón se caerá por sí solo a los 5 o 15 días de nacido.

Cuando se caiga quedará una pequeña herida que podría tardar unos días en cicatrizar por completo.

No te asuste si notas unas gotitas de sangre en su pañal, es normal.

También pueden quedar pedacitos de piel nudosa y supuración de fluido claro o amarillo, que desaparecerá en unos días.

No fajes a tu bebé ni le pongas nada para que el ombligo “quede para adentro”, pues esto podría causarle molestias en su estómago o una infección.

Cuidados

Para tener un buen cuidado del cordón umbilical sólo necesitas mantenerlo limpio diariamente con gasas y agua, esto puedes hacerlo durante el baño, trata de no sumergir a tu bebé en el agua hasta después de que se caiga, los primeros días báñalo con una esponja y agua, esto para evitar infecciones.

Dobla la parte de arriba del pañal hacía abajo para destapar el muñón y evitar que tenga contacto con la orina. Evita las camisetas completas o pañaleros durante los primeros días, pues podrías jalarlo sin querer.

Si hace calor, no cubras demasiado a tu recién nacido, y de preferencia ponle una camiseta suelta para que circule el aire.

Otra de las cosas que no debes hacer es jalar el cordón, así esté colgando de un hilo, pues se podría iniciar un sangrado activo, es decir, que al limpiarse una gota de sangre se genera otra, si esto llega a pasar es necesario consultar a su médico.

El muñón no debe tardar más de un mes en secarse y caerse, si después de 4 semanas aún sigue pegado a su ombligo, es necesario consultarlo con su pediatra, pues podría tratarse de un problema con el sistema inmune del bebé.

Síntomas de infección

Para reconocer que algo anda mal con el ombligo de tu bebé hay algunas señales importantes a vigilar:

  • Secreción amarillenta y mal olor.
  • Enrojecimiento, hinchazón o sensibilidad de la piel alrededor.
  • Tu bebé llora cuando tocas su ombligo o cerca de él.

Si notas alguna es necesario llevar a tu bebé con su pediatra, pues si se genera una infección se puede esparcir con rapidez.

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