Soy como mi mamá, y eso me llena el corazón
Nunca pensé decir que parecerme a mi mamá me llenaría el alma. Su amor y dedicación aparece en cada cosa que hago ahora yo con mis hijos y estoy eternamente agradecida por eso.
Sí, me parezco a mi mamá y lo noto en cómo soy con mis hijos. Me veo hablando igual que ella, diciendo las mismas frases y consolando igual. Mi cocina la ordeno como ella, preparo las cosas como ella me enseñó y en cada platillo siento que ella estuvo detrás de todo.
Bailo como ella, regaño como ella, lloro como ella, me enojo como ella y muchas veces me sorprende más a mí saber esto, porque hubo un tiempo donde le critique todo, donde esperaba jamás ser así y me juraba a mí misma que cuando fuera mamá haría las cosas completamente diferentes.
Qué equivocada estaba, sus zapatos siguen siendo enormes y recorrer el camino con un poco de su sabiduría me hace ser muy afortunada.
Por fin entiendo los límites, por fin entiendo los días pesados y los momentos difíciles. Por fin entiendo los miedos, los regaños y los enojos. Por fin entiendo que ser mamá es todo un reto y no podría hacerlo sin sus consejos y su experiencia.
Por fin entiendo todo. Porque ahora yo me preocupo, yo me desvelo, yo me sacrifico y dejo mi tiempo para después, así como ella lo hizo por mí.
Me veo al espejo y veo a mi mamá, y aunque ahora yo estoy formando mi propia familia, ella siempre estará conmigo, como cuando fuimos una misma.