El cumpleaños de tu hijo también es una celebración para ti

¡Llegó el día de tirar la casa por la ventana!

Claro que sabes que hablo del cumpleaños de tu primer retoño, tu hijo o tu hija, quien cumple su primer año de vida y que vino acompañado de una hermosa etiqueta para ti: “mamá”. Seguro que antes de este día, ya veías miles de opciones para lucirte con esta celebración y aunque para él o ella no será tan importante, se quedará en las fotografías y sus recuerdos por siempre.

Así que es momento de prepararlo todo, comprar globos, pastel, dulces, piñata, rentar el salón de fiestas, el mobiliario, la ropa especial para la celebración, la comida, el inflable y todo lo que hay en esa lista que parece interminable y que justificamos con el “todo vale la pena, es su primer cumpleaños”. Pero te olvidas de algo muy, muy importante dentro de esa lista, a ti, olvidas que también debe ser una gran celebración del día en que tú te convertiste en mamá.

Así que sí, hoy cambiaremos esta celebración cumpleañera donde no hay un solo protagonista, sino dos, porque ese pequeño remolino celebra un año de vida gracias a la gran mamá que has sido para él o ella. Hoy date la oportunidad de observar lo lejos que has llegado, de reflexionar acerca de todo lo que has aprendido en el camino, de ver en lo que te has convertido, y de abrazar esta nueva versión tuya, que sin duda, te ha hecho ser mejor persona para el mundo.

Tú has ayudado a ese bebé a crecer sano y feliz, le has alimentado, le has consolado, le has besado, has invertido muchas horas de sueño y de tu vida a su cuidado y has sido tan fuerte como nunca imaginaste que podrías ser. Definitivamente, eso también vale la pena celebrarlo a lo grande. Celebrar que también te convertiste en psicóloga, nutrióloga, chef, doctora, maestra, porrista, y un sinfín de especialidades que vienen acompañadas de la maternidad. ¡Felicidades mamá! Gracias por toda tu labor para criar a esa personita maravillosa que vendrá a sumar a este mundo.