Vuélvete agua de río. Pensamientos de mamá
No es que no haya problemas.
Vendarse los ojos sería antihumano; la pandemia con sus bajas y desgracias no libera. Y en escala menor, los problemas se materializan en niños de 5 años que odian la escuela en casa, o en los miedos de uno de 7 que se sigue pasando todas las noches, al cuarto materno. Claro que hay dificultades; las deudas, culpas y daños normales de la vida.
Vuélvete agua de río, dicen.
Que nada te enturbie, que nada te estanque.
Y nada hace fluir como el agradecer.
Un corazón agradecido, es un corazón abierto para recibir. Y -no miento- pero hay tanto por agradecer:
1. Hay meditaciones guiadas que cada mañana llenan de bendiciones
2. Hay esposos con los que podemos jugar piedra, papel o tijera cuando el crío grita “ya termineeeé” con la é sostenida, sentado en el excusado, esperando a que lo vengan a limpiar.
O que te despierta, una mañana de domingo cualquiera, con la voz adormilada y sin miedo a sonar cursi, diciéndote al oído: “Eres lo mejor que me pasó en la vida”.
3. Hay miles de libros por leer
4. Hay hijos que crecen y que vamos re-descubriendo.
Con sus pasiones que cambian cada luna nueva.
Y que al frenarte tantito, para notarles el brillo en los ojos, te emborrachan el alma.
5. Hay amigos mágicos que se atreven a recordarnos cuanto nos quieren con mensajitos valientes que, al iluminar la pantalla del celular, iluminan el día.
6. Hay pláticas deliciosas; vulnerables y honestas que roban el aliento.
7. Hay risas/carcajadas grupales que nos dejan aferrarnos y volar por días; vuelta y vuelta, como polillas alrededor de un foco, para llenar de luz el hastío de la semana.
8. Hay gente nueva que aún no llega y hay la gente de siempre que aún nos falta descubrir; abrirles por fin la puerta, dejarlos pasar y escucharlos.
9. Hay José Dispenza para meditar, Brené Brown para reflexionar, Joaquín Sabina para cantar, Laura Gutman para curar heridas de la infancia y capítulos The office para reir antes de dormir.
10. Hay tiempo y viajes que vendrán.
11. Hay tanta magia, tanta belleza que si te dejas y pones flojito el cuerpo, sientes que el universo dentro de ti explota en un millón de estrellas de gratitud.
Por @sandybleiberg