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Todo mundo se ha olvidado de mí después de nacer mi bebé

Publicado: 13 de Diciembre 2018
Vida de mamá
Foto: IG@christinaloewen
Foto: IG@christinaloewen

Después de que nació mi bebé, he sentido que todo mundo se ha olvidado de mi.

Después de ser 9 meses el centro de atención y la protagonista, hoy sólo soy la persona que mantiene vivo a este pequeñito ser.

Salí con una herida, sangrando, apenas pudiendo caminar con una bebé de 3 kilos con la expectativa de que yo sabría que hacer en las noches de llanto, con los cólicos, que podría amamantar sin problemas y manejar todo porque debería estar en mi naturaleza, porque ahora soy mamá y soy mujer.

Pero nadie se ha sentado conmigo para saber si estoy bien, porque aunque digo que lo estoy, por dentro soy un remolino de emociones. Nadie me ha preguntado si tengo miedo, porque al parecer, ésos terminan en el parto.

No es así, a veces lloro por las noches por la incertidumbre de lo que estoy viviendo. Me siento sola, olvidada y abandonada.

He pasado a un segundo lugar en la vida de todos y pasan los meses y nada mejora. Cada vez me siento más lejos de mí y más cerca de ser un mueble proveedor de leche, pañales limpios y arrullos las 24 horas del día.

Mis platos de comida siguen fríos, mis baños siguen siendo de 5 minutos y mi ropa sigue sin quedarme. Mi energía no se ha recuperado, mi esposo y toda la gente a mi alrededor ya se acostumbró a verme así, devastada.

Mis responsabilidades aumentan. Estoy de vuelta en el trabajo, mi cabeza explota de estrés. Aquí también se han olvidado de mí. Ahora soy un número más que tiene que cumplir porque “acaba de irse de vacaciones larguísimas para tener a su bebé”.

Y aunque hay días maravillosos, porque la maternidad es así, agridulce, aún sigo sin encontrarme.

Porque pongo a mi bebé antes que a mí, porque me necesita para estar sana, para desarrollarse, para crecer y ser un ser humano capaz de enfrentarse a este mundo.

Y lo que hago día con día merece ser reconocido. Merezco esa atención, aunque a veces parezca que tengo todo bajo control, necesito que me digan cómo estoy yo, que me vuelvan a preguntar por los sueños que he dejado en pausa, que me inviten a salir a un lugar donde no haya juegos infantiles, que me digan lo bien que me veo, y que me pregunten por cosas que no tengan que ver con vómitos, popó y desveladas.

Necesito ser reconocida como la mujer que era y la que soy ahorita, y aunque yo estoy haciendo esa tarea todos los días, aceptando mi nuevo rol y dejando ir las cosas que no volverán a ser como antes, necesito de todos para volver a encontrarme.

Porque las mamás no debemos quedarnos en el olvido, porque lo que hacemos merece ser reconocido, porque estoy segura que no soy la única que se ha sentido así. 

Por eso hoy quiero decirte que te entiendo, que sé que haces tu mayor esfuerzo día con día y que no estás sola, que somos muchas, y que poco a poco las cosas volverán a sentirse en el rumbo correcto.

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