¿Qué es el sangrado de implantación?

El sangrado de implantación se puede considerar como el primer signo de un embarazo, y como una clase para principiantes, lo voy a explicar con peras y manzanas.

Haz de cuenta, que después de que tuviste relaciones sexuales, el esperma llega al óvulo, con la fecundación se convierte en cigoto y unos 7 días después en embrión, entonces, cuando el  embrión se implanta o se pega en la pared del útero puede romper algunos vasos sanguíneos provocando el sangrado, lo que se conoce como sangrado de implantación. 

Y sólo para que sepas, 9 semanas después de la gestación, comienza a formarse el feto, y científicamente se le llama bebé hasta que nace y está finalizado su desarrollo. Pero ¿qué más da? Es más lindo decirle bebé desde la barriga que feto, ¿no crees?

Ahora, el sangrado de implantación, puede confundirse con la menstruación, la cual ocurre alrededor de 14 días después de la ovulación (o sea cuando se da la concepción) peeeero, el sangrado de implantación ocurre típicamente dentro de la semana anterior al periodo esperado. Por ejemplo, si tu periodo lo esperas para el 20 de mayo, entonces podrías sacarte de onda con cualquier manchado que tengas entre el 10 y 20 de mayo, pero si estás trabajando en tener un bebé o tuviste relaciones sexuales sin protección, podría tratarse de un sangrado de implantación y estar embarazada. 

Y es que lo que nos puede alertar de este tipo de sangrado es la fecha, porque viene acompañado de síntomas muy similares a la menstruación, como: cólicos, dolores de cabeza, náuseas, sensibilidad en los senos, dolor en la parte inferior o baja de la espalda y cambios de humor. 

Además de ciertas características del sangrado, como: 

• El color: es típicamente de un color rosado claro a marrón oscuro. 
• Los coágulos: mientras que en la menstruación sí los hay algunas veces, en el sangrado de implantación no.
• La duración: debe durar un par de horas o hasta 3 días máximo.
• La cantidad: es más como el manchado o un flujo muy ligero.

El sangrado de implantación es un signo de un embarazo potencial, pero se comprueba con una prueba de embarazo, pues al ser tan ligero, es posible que ni te des cuenta.  Además, solo le ocurre a 3 de cada 10 mujeres embarazadas.