Ponerle límites a tus hijos no es dejar de quererlo
¿Qué tan seguido lo haces? ¿Cuántas veces has visto la siguiente escena?
Un niño en el súper mercado se tira al suelo, llora, patalea y grita porque quiere que sus padres le compren el juguete que está en el estante.
¿Cuántas veces has visto la siguiente reacción de los padres?
Echar el juguete al carrito con tal de que el niño se pare del suelo y poner fin a las miradas de los espectadores.
Si al igual que esos padres, has decidido hacer a un lado el momento bochornoso permitiendo que tu hijo siempre obtenga lo que quiere, debemos algo:
Estás cometiendo un error.
Imponer tu autoridad no es lo mismo que crearles un trauma o demostrarles que no los amas, es enseñarles que algunos comportamientos son inaceptables y otros forman parte de una convivencia social armoniosa.
Implementarles límites ayudará a la formación de una línea que paute su conducta con el paso de los años.
No está mal negarle un juguete, incluso si tienes la posibilidad de comprárselo, en vez de enseñarle que él siempre obtendrá todo lo que pueda, podrías enseñarle que no siempre recibirá lo que desea pero puede esforzarse en intentarlo.
Aunque por dentro sientas una sensación desagradable, le estás haciendo un favor al no acostumbrarlo a tener todo lo que desea, así cuando se encuentre con personas o situaciones menos permisivas, tendrá reacciones moderadas y maduras, no un berrinche del pasillo de juguetería.
¿Qué es lo que tienes que hacer?
Mantenerte firme pero tranquilo, impón límites claros, de forma constante y que sean coherentes, busca contacto visual y explica con palabras que tus hijos puedan entender fácilmente por qué no se debe hacer tal cosa. Es por su bien, recuerda que ser padres no se trata de consentirlos, se trata de hacerlos felices y ayudarlos a comprender lo que hay a su alrededor.
Por HeyHeyHello para Naran Xadul
Descifrando qué es ser mujer aquí y ahora
FB: @sayheyheyhello
