Siendo madre comprendí...
Vida de mamá
Siendo madre comprendí que las joyas más caras no son las más valiosas. Que las cuentitas de plástico y el estambre de colores significan mucho más que las cadenas de oro y los diamantes.
Entendí tantas cosas de la cocina y la hora del té. Que los más deliciosos platillos son preparados en unos cuantos segundos con ingredientes de plástico, y que el té es mucho más sabroso cuando es imaginario.
Comprendí que la perfección de mi cuerpo no radica ni en la talla de los pantalones que uso ni en el abdomen plano que solía tener, sino en el maravilloso potencial que tuvo para crear un ser humano y en la leche tan perfecta que produce para alimentarlo.
Comprendí que una sola mirada basta para hacerle saber a alguien que siempre estarás a su lado para apoyarlo, escucharlo, aconsejarlo, guiarlo y amarlo incondicionalmente.
Entendí que no importa si canto feo o bailo ridículo, lo que importa es que lo haga sintiéndome segura de mí misma y mostrándole al mundo que lo verdaderamente importante es sonreír y pasar un buen rato.
Entendí que lo más importante es tener salud. Si estás sano, lo tienes todo en la vida, agradécelo todos los días.
Comprendí el verdadero significado de las palabras amor y entrega. Y lo increíble que es la vida cuando alguien te dice “mamá”.
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