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Lo mejor de tener hijos es ver a mis papás como abuelos 

Publicado: 5 de Diciembre 2019
Vida de mamá
Foto:  IG @silviaruizarceo
Foto: IG @silviaruizarceo

Nada te cambia tanto la vida como tus hijos, pero si alguien vive una transformación completa, es tu papá o tu mamá al convertirse en abuelos. 

 

 

Mi mamá, por ejemplo, dejó de fumar en cuanto nació su primera nieta, toda la vida la veía con cigarros en la mano mientras manejaba o cuando llegaba a casa. Duramos años pidiéndole que lo dejara porque en la escuela nos enseñaban cómo afectaba los pulmones y jamás nos hizo caso. Hasta que llegó alguien que le hizo ver las ganas que tenía de vivir muchos años más siendo sana. 

 

 

Mi papá por otro lado siempre ha sido el alma de la fiesta y entre mil reuniones que tenía, apenas lo veíamos para comer una vez a la semana, pero cuando se convirtió en abuelo, tenía ratos libres en los que iba directo a casa de mi hermana a ver a su nieta, casi todos los días. 

 

 

Conmigo la historia ha sido diferente, yo en cuanto pude conseguir un trabajo fuera de Morelia me mudé y comencé a dedicarme a mi carrera, jamás pensé que tendría hijos y ni siquiera ellos lo esperaban, pues viviendo en la Ciudad de México, con tanto trabajo y cáos, era inimaginable para todos. 

 

 

Pero me embaracé y mi papá de inmediato se las arregló para convencernos de que la bebé naciera en Morelia y mi mamá compró ropa hasta de 2 años para ella, así de emocionados estaban con la llegada de mi hija. Era raro cuando me visitaban porque no les gusta la ciudad y ahora no dejan de venir a casa a pasar días con nosotros.  

 

 

Por alguna razón mi papá es un hombre de mujeres, tuvo dos hijas y ahora tiene 2 nietas, jamás se le hizo un varón al que pudiera enseñarle esas cosas de “ellos”, y no creo que le haga falta. Con nosotras fue maravilloso, siempre nos llevaba de paseo y viajamos muchísimo los 4 juntos, incluso después de que mis papás se separaron, nos íbamos de vacaciones todos, mis papás siempre han sido buenos amigos después del divorcio y eso hizo mucho más fácil todo. 

 

 

 

Aún cuando eramos adolescentes y mi papá nos veía llorar por los novios de la prepa, siempre nos daba consejos que normalmente no esperas que te den a esa edad, y hoy lo veo con sus nietas como si hubiera estado preparado desde siempre para eso. 

 

 

 

Las consiente demasiado, las abraza, las llena de besos y ellas son las más felices siendo correteadas por su “tito”. Entablan conversaciones súper profundas y ahora entiendo por qué mi sobrina y mi hija son unas parlanchinas. 

 

 

Y con mi mamá ni se diga, hacen muchas de las cosas divertidas que yo recuerdo como niña, las pone a cocinar y juegan con muñecas por horas. 

 

 

 

Incluso a veces llego a sentir que mis papás no me pelan porque están jugando con mi hija, o es más difícil tener una plática porque se paran de la mesa para jugar a las escondidas. 

 

 

Y lo entiendo perfecto, mis papás siempre dice que nos quitaron el trono, (a mi hermana y a mí), y es muy claro, mi papá volvió a ser el mismo que era hace muchos años pero ahora en versión abuelo, y mi mamá puede volver a abrazar bebés por horas, llenarlos de besos, dormirlos y acurrucarlos. Pero lo más importante es que ambos derrochan amor.

 

 

Jamás pensé que me gustarían tanto mis papás como abuelos, y espero que puedan vivir muchos años más así a nuestro lado, como hasta ahora porque es su mejor papel.

 

 

 

Por Silvia Ruiz para Naran Xadul. 

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