Cuando los abuelos hacen el papel de padres, aunque sea por unas horas
Los abuelos se vuelven ángeles que viven en esta tierra y que llenan a sus nietos de un amor puro e incondicional.
Toda la sabiduría que han adquirido a través de los años es un escudo que protege la vida de sus nietos.
Desde siempre, los abuelos han jugado un rol importante en el cuidado de sus nietos. Muchas familias en que los dos padres trabajan escogen apoyarse en los abuelos para cuidar durante unas horas al día a los niños.
Y cada vez más abuelos se vuelven cuidadores de sus nietos. Un estudio del INEGI del 2013 encontró que cerca del 61% de los niños en México son cuidados o han sido cuidados regularmente por sus abuelos mientras los padres trabajaban.
Cuando los abuelos hacen el papel de padres aunque sea por unas horas, los abuelos se enorgullecen de la hermosa conexión y cercanía que forman con los niños, y reconocen que la experiencia que tienen hace que la crianza que les dan a los niños sea mucho más relajada y meditada que cuando criaron a sus propios hijos.
El tiempo y los años premian, y su experiencia los hace sabios cuidadores de los niños. Algunos abuelos disfrutan darle un nuevo sentido a su vida después de que se han retirado de sus trabajos.
Cuando los abuelos hacen el papel de padres aunque sea por unas horas, los padres de los niños reciben una bendición. El sentido de seguridad que les da saber que sus hijos son cuidados por personas que los aman y en los que confían en su criterio es invaluable.
Los abuelos deben escuchar los deseos de sus hijos, validar sus opiniones y buscar compromiso entre lo que ellos desean para sus hijos. Tanto padres como abuelos necesitan ser respetuosos con los otros y establecer límites sin ponerse a la defensiva.
A veces los abuelos pueden llegar a sentirse no valorados, por lo mismo los papás de los niños deben valorar el enorme esfuerzo que están haciendo sus padres y agradecérselos con detalles o atenciones.
Cuando los abuelos hacen el papel de padres aunque sea por unas horas, los abuelos rejuvenecen y se llenan de vida, los papás están tranquilos y confiados y los niños reciben el mejor tesoro de sabiduría y enseñanzas que guardarán en su corazón para toda la vida.