Ser mamá es el mayor acto de coraje que alguien puede tener.
Cuando vi mi prueba de embarazo positiva, sentí muchísimo miedo, el futuro me daba terror, pero la maternidad no es así.
Ahora lo entiendo todo, ahora entiendo que:
Ser mamá es el mayor acto de coraje que alguien puede tener, por que es exponerse a todo tipo de dolor, es vivir en la eterna incertidumbre de saber si estamos actuando correctamente o no, de si estamos tomando la mejor decisión, pero sobre todo de vivir, eternamente, con un profundo miedo a perder algo TAN amado.
Tengo muchas amigas que esperan ser mamás algún día, pero el “miedo” es lo que las detiene. Abordan el tema desde el “ay no qué miedo”.
Y yo siempre pregunto, ¿miedo a qué? Las respuestas siempre son variadas, pero todas concuerdan en las mismas cosas: el parto, amamantar, el dinero y no saber si van a ser emocionalmente estables para ser buenas mamás.
Las cosas que a todas nos preocupó cuando supimos que estábamos embarazadas.
Pero si tú estás leyendo esto y estás a punto de ser mamá, quieres serlo en un futuro cercano o estás por ser la mamá de un segundo o tercer bebé, quiero decirte que no tengas miedo.
Sí, tu vida cambia radicalmente pero sabrás adaptarte a los nuevos porvenires. El miedo es solo ese impulso que te dice que algo está a punto de pasar, pero en realidad no puedes hacer nada con toda esa emoción que puede convertirse en ansiedad.
Si estás esperando a que sea el momento perfecto tal vez nunca llegue, los bebés llegan a veces en los momentos menos indicados, cuando no hay trabajo, cuando no hay dinero, cuando no hay tiempo, cuando no hay ganas, pero es ese amor el que te hace moverte y adaptarte para darle lo mejor.
El parto es lo más fácil de todo lo que está por venir, y no lo digo para asustarte más, sí es un momento crucial donde sientes que tienes un pie en la tierra y otro en el cielo, donde sientes que puedes morir y ves tu vida pasar en el hospital.
Pero eso solo será el inicio de todo.
Es como saltar del bungie, sabes que lo vas a hacer, ya compraste tu boleto, pero una noche antes no puedes dormir de los nervios de lo que vas a sentir y lo que te puede pasar.
La maternidad es agridulce, hay momentos hermosos que estarán por siempre en tu corazón, y hay momentos duros donde tienes que mostrar las garras. Porque es el mismo miedo el que no te permite quedarte en el mismo lugar.
Cuando eres mamá no puedes dejar pasar las cosas, no puedes hacer como que algo no sucedió, tienes que tomar acción y tienes que enfrentarte a las cosas que no te gustan y hacerlo por alguien más. Tan simple como cambiar pañales, cambiar al bebé en la madrugada porque se vomitó, velar toda la noche a tu hijo porque le dio fiebre.
Sí, hay miedos, de muchas cosas, de muchos tipos, pero a mi me gusta verlos como pequeños motores para hacer que las cosas cambien.