Por qué las abuelas maternas están más conectadas con sus nietos
Saber que en mi vive una parte de mi abuela me llena el alma, esa es la explicación que encuentro cuando me veo hablándole a mis plantas, cuando me dicen que me sale un platillo riquísimo y cuando me siento conectada espiritualmente a ella.
Que me digan que tengo su carácter y que soy igual de buena con los demás me hace sentir muy unida a ella, aunque ya no esté aquí. No podría asegurar que somos iguales físicamente, ni siquiera saqué sus ojos, pero emocionalmente me siento súper identificada.
Según una teoría las abuelas maternas pasan una mayor carga genética a los nietos de sus hijas, porque cuando estaban embarazadas, sus hijas ya tenían en sus ovarios los óvulos que dieron vida a sus nietos.
Una perfecta conexión de tres, y aunque muchas veces los papás pasan una fuerte carga genética, las abuelas siempre están presentes, en los recuerdos cuando ya no están en este mundo, en las cosas que hacemos, en lo que nos gusta, incluso en la forma de caminar o en los ruidos que hacemos al reír.
Aunque no me gusta mucho dejar a mi abuela paterna fuera de esto, porque también tengo mucho en común con ella, creo que a pesar de la teoría, que hace mucha lógica, lo más importante a la hora de crear un vínculo con las abuelas es la convivencia con ellas, las experiencias que tenemos y el amor que logran transmitirnos.
Eso es más fuerte que cualquier conexión genética y es lo que durará por siempre en nuestro corazón. Sus manos cálidas abrazándonos, su manera de hacernos sentir mejor a través de la comida, sus mimos y regaños, su complicidad.