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La presión de la lactancia exclusiva está dañando la salud mental de las mamás 

Publicado: 3 de Octubre 2019
Vida de mamá
Foto IG: krystalhipwell
Foto IG: krystalhipwell

Antes de que comiencen a juzgar, esto no se trata de un texto en contra de la lactancia, tampoco está en contra de las mamás que deciden dar fórmula, se trata de esa presión que nos metemos unas a otras de ser perfectas, cuando la maternidad está llena de subidas y bajadas que nos tienen en una montaña rusa. 

 

 

Aún recuerdo la primera vez que le di fórmula a mi bebé, tenía 3 meses, un día antes había tenido tanto trabajo que al salir dejé mis bolsas de leche en el refri de la oficina, en casa ya no tuve tiempo de hacerlo, así que al día siguiente no tuve de otra más que mandar el bote de fórmula a la guardería. 

 

 

Me fui con el corazón partido y una culpa del tamaño del mundo sobre mis hombros. Era la peor mamá pues me había prometido amamantar exclusivamente durante 6 meses y justo a los 3 meses la rompí. 

 

 

Tenía todo planeado, un brasier especial, dos extractores, bolsas para aventar al cielo y un horario estricto que seguir. Pero cuando tienes que seguir trabajando y dejar a tu bebé en la guardería, tienes que tener en mente que habrán inconvenientes y no podrás dejar de alimentar a tu bebé. 

 

 

Ese día deje de ver la fórmula como algo super negativo y la vi como una opción, una alternativa que puede ayudarle a las mamás a resolver para no dejar a su bebé con hambre, aunque la culpa y la tristeza no se fueron en un tiempo. 

 

 

Afortunadamente pude seguir amamantando a mi bebé hasta los 20 meses, pero ese día que me sentí derrotada pude comprender a las mamás que no logran hacerlo desde el inicio, y se sienten así todo el tiempo. 

 

 

De acuerdo con un estudio hecho en 2011, las mamás que tuvieron experiencias negativas en su lactancia desarrollaron más signos de depresión, y eso se debe a que desde que estamos embarazadas nos estamos preparando mentalmente para hacerlo, deseamos ese momento de conexión especial con nuestros hijos, y cuando no sucede así, el dolor es real. 

 

 

Si bien dar pecho es lo mejor, de eso no hay dudas, la presión por hacerlo de forma exclusiva también está generando que las nuevas mamás tengan crisis mentales, depresión posparto y en casos extremos, suicidios. 

 

 

Todo lo que una mamá decide por su bebé lo hace con amor, no existe una mujer que decida dar fórmula pensando que está haciendo lo peor con su bebé. Aunque siempre la primera opción será amamantar, si no se puede, no pasa nada, podrás tener una conexión especial con tu bebé, que crecerá sano y fuerte. 

 

 

Dejemos de definirnos como buenas o malas madres en la forma en la que alimentamos a nuestros hijos, las mamás que dan fórmula siguen teniendo los mismos miedos y preocupaciones que una que da pecho, ambas son igual de valiosas y las dos deberían tener el mismo apoyo sin importar esto. 

 

 

Al final, llegué a la conclusión de que gracias a dios tenemos opciones para alimentar a nuestro bebé cuando no se puede amamantar, cuando no se quiere, cuando no es posible. 

 

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