Tener una relación tóxica con tu pareja lastima a tus hijos

Cada maltrato, golpe, grito, jaloneo o imposición que se vive dentro de una relación tóxica no sólo afecta a la pareja, también lastima a los hijos, quienes se convierten en testigos directos o silenciosos con daños emocionales irreparables.

Jamás hay que olvidar que los pequeños aprenden de la imitación, son unas “esponjas” que absorben todo el conocimiento que pueden de los seres que lo rodean, principalmente de los padres.

Pero, si los padres no están bien emocionalmente, entonces los niños tampoco lo estarán, ya que esa relación tóxica les está causando un gran daño emocional que deriva en depresión, vergüenza, ansiedad, sentimientos de culpa y baja autoestima.

No basta con susurrar o no pelear delante de ellos, porque la sensibilidad de los niños es tan grande, que pueden detectar que algo no anda bien entre mamá y papá.

O, incluso, algunos padres piensan que porque el niño está jugando, no pondrá atención en las palabras o gritos, el malhumor, las amenazas o los chantajes, pero no es así, ellos están memorizando en lo más profundo de su ser.

Y lo peor de todo, es que lo más probable es que repliquen la relación, es decir, se conviertan en víctimas o verdugos.

¿Cómo te das cuenta que tu hijo está sufriendo esa relación tóxica? De acuerdo con Lisa Firestone, psicóloga clínica, los niños que tienen padres tóxicos tienden a ser ansiosos, viven con una preocupación, comen en exceso como una forma de tranquilizar esas emociones. Incluso, pueden volverse “berrinchudos” o agresivos.

¿Qué hacer como papá o mamá para evitar caer en una relación tóxica? Para no caer en una relación tóxica de pareja y evitar dañar a tu hijo por esa razón, debes preguntarte:

• 1. ¿Cómo te sientes cuando estás con tu pareja? Es decir, si te hace sentir, aburrida, temerosa, desanimada, avergonzada, angustiada o, por el contrario, feliz, cómoda, relajada, etcétera.
• 2. ¿Cómo eres cuando estás con esa persona? Si saca lo mejor de ti o actúas como si no fueras tú.
• 3. Valórate y ámate a ti. Si no te amas primero a ti, es difícil que ames a los demás, así que defiende tus sentimientos, pensamientos y creencias.
• 4. Ten una comunicación abierta para que tengas la libertad de expresar cómo te sientes, lo que te molesta o lo que esperas de esa persona.
• 5. Respeta y pide respeto para ti, es un valor fundamental para tener armonía en la relación.

Finalmente, traza metas en las que estés de acuerdo con tu pareja, así los dos estarán seguros que van en la misma dirección.

Fuente: Psychology Today y revisado por Karen Zaltzman, Coach de crianza