6 juegos que estimulan la inteligencia de tu peque (y te darán minutos de descanso)

Por: Naran Xadul.

Publicado: 1 de Febrero 2018

Toddler

Foto: IG @bannortoys

A través del juego podemos ayudar a los pequeños a impulsar su inteligencia e imaginación; además, existen actividades tan divertidas que puedes hacerlas con ellos, o simplemente observarlos sin participar (y así tomarte unos minutos de descanso).

Es recomendable que aprendas a identificar cuál actividad es la mejor de acuerdo a las capacidades e intereses de tu hijo para que sea para el más sencillo. ¡Conócelas!

1. Patrones de bloque

Son útiles para comenzar a resolver problemas con un razonamiento de causa y efecto. Con este tipo de actividades aprenden a estimular su curiosidad y paciencia al mismo tiempo que aprenden cómo trabajar para lograr un objetivo, y poco a poco van generando más confianza en su capacidad para llegar a una solución.

Se utilizan bloques de construcción para crear patrones con estructuras simples, como dos bloques con uno arriba, tres en una fila, un conjunto de bloques horizontales o verticales, y así sucesivamente.

Pídele a tu peque que repita el patrón, celebren cuando lo haga correctamente ya que esto lo hará sentir seguro para que después puedas pedirle que imagine sus propios patrones.

Los patrones deben ser más complicados a medida que tu hijo se vuelve más hábil a la hora de descubrir cómo construir estructuras de bloques.

2. Rompecabezas

Cada vez que estimulas a tu hijo a pensar, lo ayudas a formar nuevas conexiones neuronales o se fortalecen las que ya existen.

Para desarrollar esta habilidad, una actividad común es jugar al rompecabezas; ya que implican que tu peque utilice su razonamiento, decisión y control muscular, tres elementos que desafían al cerebro y lo ayudan en su desarrollo.

3. Retira la cinta

Aprender a prestar atención y concentrarse en completar una tarea es una habilidad esencial y necesaria para ayudarle a tu peque a desarrollar otras formas de aprendizaje.

La mejor forma de lograrlo es al pegar largas tiras de cinta de papel en cualquier superficie plana como una mesa o una puerta.

Debes hacer que las tiras se entrelacen. Muéstrele a tu peque cómo quitar las cintas una por una con la uña, y luego deja que las pegue y las retire ella misma.

4. Apilar

Jueguen con bloques o cualquier juguete que se apile.

Desafíe a tu peque apilando los juguetes lo más alto que pueda sin perder el balance o lograr que no se caigan.

5. Leer libros ilustrados

Elige libros que contengan imágenes claras, sobre todo de objetos que tengan en casa. La manera más efectiva para que tu peque aprenda habilidades de lenguaje es que le leas libros frecuentemente.

Esto lo ayudará a aprender las reglas de la gramática escuchándote a ti y a los demás hablar.

Además, leer un libro puede ser un tiempo de relajamiento y calma para ambos.

Esta actividad es ideal para que tengan un desarrollo cerebral y de lenguaje óptimos, los niños pequeños necesitan un entorno rico en lenguaje.

La plasticidad del cerebro, la capacidad que tiene para conectar las cosas que ha aprendido, es lo que hace que sea tan fácil para los niños aprender el lenguaje.

Cuantas más palabras escuchen cuando son pequeños, más conexiones logrará crear su cerebro. Los niños aprenden un idioma escuchando las palabras una y otra vez.

Es por eso que mientras más hables con tu peque, mejor; esto aumenta la cantidad de palabras que él reconocerá y finalmente comprenderá.

6. Jugar con arena

Procura llevarlo a un lugar donde pueda jugar con arena, como la playa o un arenero en algún parque. Lleva juguetes o utensilios de cocina que lo ayudarán a formar y esculpir.

Muéstrale cómo puede hacer diseños como líneas onduladas, círculos y otros.

Enséñale también cómo hacer esculturas de arena simples como un castillo de arena o una torre usando sus juguetes.

Este juego le permitirá expresarse creativamente y también desarrollar sus habilidades motoras finas.

Alimentar su creatividad y su imaginación lo ayudará a desarrollar sus habilidades de pensamiento abstracto y resolución de problemas. La capacidad de tu hijo para generar nuevos pensamientos e ideas es esencial para una vida adulta productiva.