Existen grandes razones para que tus hijos tengan una mascota durante la infancia
Tener una mascota cuando eres niño es lo mejor del mundo, tienes un cómplice de aventuras y un mejor amigo que se quedará en tu corazón por siempre.
Una prueba de ello es la historia de Everlee, una pequeña de dos años que ha convertido a Dude, un cachorro husky siberiano en su fiel compañero.
Everlee y Dude han sido amigos inseparables desde que ella llegó del hospital. El perro siempre está cerca de ella. Lo interesante es que Dude le ha mostrado cosas a Everlee que la impulsan a estimular su lenguaje, ya que ella tiene retraso en el habla como consecuencia de su epilepsia.
Las imágenes del siguiente video, que ha tenido millones de visitas, simplemente te enternecerán, debido a que Dude empieza a aullar en forma de canto, para que Everlee lo imite y juntos entonen su melodía canina en algún lugar de Washington, Estados Unidos.
¿Por qué la niña estimula el lenguaje ante los sonidos del perro?
De acuerdo con un estudio publicado en la revista Anthrozoös, los perros son grandes ayudantes en la terapia del habla para los niños que tienen dificultad para comunicarse o formar palabras.
Es decir, cuando los pequeños tienen un perro a su lado, tienen una mayor capacidad de imitar las señales de comunicación, están más motivados y abiertos a expresarse.
"Los niños mostraron expresiones auténticas y naturales durante sus interacciones con el perro", señalan los investigadores.
¿Por qué un niño debería tener mascotas?
Cuando los niños crecen junto a una mascota, se nota que tienen una mayor autoestima, un mejor desarrollo cognitivo y mejores habilidades sociales y de comunicación.
Incluso, estos animalitos ayudan a reducir el estrés, al mismo tiempo que brindan atención y compañía, pero OJO, no significa que pueden suplir a un adulto, sino que es simplemente un plus para el pequeño.
Otros beneficios de tener mascotas es que los niños son más obedientes, son activos físicamente, tienen un mejor humor, tienen menos problemas de aprendizaje o de comportamiento.
Además, cuando los niños tienen una mascota, se hacen más independientes y responsables, debido a que tienen que cuidarla, tratarla con amabilidad y paciencia. Lo cual es un reflejo de cómo tratarán a los demás.
Una buena relación con una mascota también puede ayudar a desarrollar la comunicación no verbal, la compasión y la empatía, así como expresar emociones y valores como amor, lealtad y afecto. Muestran lecciones de vida y una conexión con la naturaleza.
Así que la próxima vez que tu hijo te pida una mascota, piénsalo y si está en tus posibilidades, tal vez puedas pensarlo dos veces antes de decirle que no.