Lo que quiere decir el color de la popó de tu bebé
Puede parecer asqueroso, pero como mamá debemos poner atención hasta en el color de la popó de nuestro hijo para estar segura de que se encuentra sano y de que sí está comiendo lo suficiente.
La forma más efectiva de estar segura de la salud digestiva de nuestros pequeños es a través del color de sus excrementos, el cual va cambiando conforme el bebé va creciendo.
Por ejemplo, es normal que durante los primeros días de nacido eliminen el meconio, que se trata de residuos negros o negros verdosos y pegajosos (sangre y líquido amniótico) que se acumularon durante la gestación.
Una vez eliminados, el color de su popó puede ser:
- 1. Amarilla mostaza o verdosa y un poco suelta; si toma leche materna.
- 2. Café y un poco sólida (pastosa); si toma leche de fórmula.
- 3. Con trozos de alimento y diferente color. Esto pasa una vez que comienza la etapa de las papillas, el color cambia de acuerdo a lo que come.
- 4. Verde. Es normal si toma suplementos como hierro o sus papillas son abundantes en chícharos, espinacas y frijoles.
- 5. Amarilla, verde y líquida; es señal de que puede tener una infección intestinal.
- 6. Muy dura. Si le cuesta trabajo hacer y ésta es muy dura como bolitas, podría tener estreñimiento.
- 7. Roja. Esto no es normal, a menos que haya consumido betabel; lo ideal es que lo lleves al pediatra, pues puede ser una señal de sangre en las heces.
- 8. Con mucosidad. Puede ser un signo de infección; mejor llévalo al médico.
- 9. Blanca. Es una señal de que no digiere bien los alimentos; llévalo a revisión.
Las tres últimas son señales de alerta, así que no dudes en acudir con el pediatra de tu hijo para que lo revise y haga el diagnóstico adecuado.
La popó de tu hijo puede cambiar de consistencia de un día para otro, así que no te asustes. Simplemente revisa y piensa en lo que ha comido para encontrar una explicación.
Ten por seguro que con el tiempo tú y tu pareja se volverán expertos en el tema.