Las habilidades sociales de tu hijo en el kínder determinan más su futuro que sus logros académicos. Según estudio
¿Realmente vale la pena exigirle a tu hijo de tres años que se aprenda los colores, números y letras que le enseñan en la escuela?, ¿crees que eso es lo que vale la pena del kínder, pues para eso lo llevas?
Si respondiste sí a todas las preguntas, es momento de analizar lo que realmente esperas de tu hijo y si en realidad está aprendiendo lo que necesita para su edad, pues de acuerdo a un estudio:
Lo verdaderamente importante de que vayan al kínder es adquirir habilidades sociales y emocionales para su futuro.
En la investigación publicada en la revista American Public Health Association se revela que, aunque no se le quita mérito a los conocimientos, las habilidades sociales y emocionales son las que marcan el futuro de los niños.
Es decir, si tu hijo aprende a convivir con los demás, a ser empático y tiene una buena resolución de conflictos, ten por seguro que tendrá un mayor bienestar a los 25 años, independientemente si sus calificaciones son buenas o no.
Además, los investigadores aseguran que los niños con una mayor competencia social tienen más probabilidades de concluir una licenciatura y conseguir un trabajo que cumpla sus expectativas.
Recuerda que para los niños pequeños es más importante el juego; aprenden más que estar repitiendo mil veces los números o hacer mil planas de una figura, letra o número.
Si los niños adquieren el conocimiento de forma divertida, jugando o relacionando todo lo que está a su alrededor, ten por seguro que podrá reaccionar mejor ante cualquier circunstancia; tendrá las habilidades que se necesitan para lograrlo.
Cuando los niños juegan aprenden cosas como:
- Tomar turnos
- Ponerse en la posición del otro
- Aprender lo que es bueno y es malo
- Equivocarse y negociar para solucionar las cosas
Todo esto es muy importante para el periodo sensible que se presenta en la primera infancia.
¿Cómo ayudarle a mejorar sus habilidades sociales y emocionales?
De acuerdo con especialistas de la Facultad de Psicología de la UNAM, es importante crear un ambiente de confianza en la escuela para que los pequeños puedan decir lo que piensan y sienten sin temor a ser juzgados.
Las competencias sociales y emocionales que debes fomentar en tus pequeños son:
- Jugar bien con los demás, donde aprenderán a negociar, resolver problemas, tomar turnos, compartir y experimentar en grupo.
- Resolución de problemas. Así no esperarán a que mamá o papá intercedan por ellos, se las arreglarán ellos solos de acuerdo a lo que piensan y sienten.
- Asumir responsabilidades e intentar de nuevo cuando algo no sale como lo esperaban.
- Identificar, nombrar y expresar sus emociones. Si saben expresar lo que sienten, ten por seguro que será más fácil que encuentren una solución a lo que les pasa.
Es necesario que los niños aprendan habilidades sociales y emocionales desde pequeños, porque eso determinará su forma de relacionarse con los demás cuando sean adultos.
Así que olvídate si no dice con gran pericia los números, mejor observa cómo interactúa con los demás.
Fuente: American Public Health Association y UNAM