A mi hija: no quiero olvidar lo pequeña que eres hoy
A veces te veo y siento que ya eres una niña grande, independiente, tan segura de ti y de lo que te gusta, tienes una voz fuerte que haces sonar para lograr lo que te propones.
Pero sigues siendo una bebé de casi 2 años.
No quiero olvidar eso. Quiero tener en mi mente que nunca serás tan pequeña como lo eres ahora. Porque tendré muchos años de ti siendo grande, pero solo muy pocos siendo bebé.
Te veo y me pregunto, ¿a dónde se fue el tiempo? De un momento a otro comenzaste a caminar, a hablar, a hacer tan tuyo el mundo. Me impacta tu inteligencia, que entiendas perfecto todo lo que te digo.
A veces quiero detener el tiempo, ojalá las mamás también tuviéramos ese súper poder.
Para quedarnos un ratito más dormidas abrazadas, para tenerte otro poquito entre mis brazos, para seguir viendo tus cachetes regordetes y escuchar tus balbuceos que solo yo entiendo.
Así que hoy que me pidas que te cargue de nuevo, lo haré, porque un día me pedirás que no te abrace ni te de besos frente a tus amigos.
Hoy que despiertes en la noche y pidas mis brazos, por más cansada que me sienta, lo haré, porque me quedan pocas madrugadas a tu lado, abrazadas.
Cuando me pidas que te haga un puente con mis piernas para que puedas pasar entre ellas, miles de veces, lo haré, porque un día serás tan alta como yo y no podremos volver a jugar a lo mismo.
Cada que quieras cantar y bailar la misma canción, te la pondré con gusto, porque un día te veré con tus audífonos, con tu música solo para ti.
Hoy que te duermas sobre mi pecho, te dejaré otro ratito ahí conmigo antes de llevarte a tu cama, porque un día dormirás sin necesitarme.
Hoy voy a tratar de disfrutar las pequeñas cosas que te hacen bebé, que te hacen única, que te hacen tan pequeña.
Porque nunca volverás a ser igual de pequeña como lo eres hoy.