5 simpáticas travesuras que toda mamá hace
No diré nombres, no diré número de hijos ni otros detalles que puedan delatarlas.
Solo mencionaré tangencialmente que se trata de un grupo de mamás iguales a ti y a mí, que enfrentan la vida con ilusión, que aman a sus hijos con locura loca y que son buscadoras incansables de la mejor solución ante los problemas en casa.
Pero que de vez en cuando se otorgan el derecho de cometer algunas travesuras… estas son sus confesiones:
1. El cuento que dura dos horas.
"A veces, digo: “Voy a hacer dormir a Susana, le leeré un cuento”, pero mi verdadera intención es quedarme dormida con ella deliciosamente juntitas las dos, y dejarle mi otro peque a mi esposo. De paso que no tengo que cocinar la cena ni arreglar el desorden de los chicos.
Cuando le leo el cuento a mi hija, como ya está con sueño, se queda dormida al toque. Pero yo me quedo un rato más dizque leyendo más cuentos para ver mi celular, si no, me atrapan para otras cosas de la casa…"
2. La pipí de 5 litros.
"Cuando voy al baño supuestamente para hacer pipí, sí que lo hago, pero luego aprovecho el encierro para quedarme leyendo o viendo mi cel.
Jamás puedo ver mi novela a la hora en que la pasan, porque estoy acostando a uno y a otro… felizmente están en YouTube, así me meto al baño supuestamente a orinar, y me quedo como 40 minutos, je…"
3. La popó que no escalda.
- "Hay días en que dejo el pañal con popó a Luis un rato, porque me da flojerita cambiarlo…”
- “Si es muy temprano y mi bebé se ha hecho caca, le digo: ‘En un ratito te cambio… no te molesta mucho, ¿no?’”
- “Cuando me da flojera cambiar el pañal con caca de Rodrigo, me digo a mí misma: Que termine de hacer, para qué lo voy a cortar, con calma nomás… ay, ¡pobre, mi gordo!”.
4. La necesaria conexión con papá.
- “Yo le digo a mi esposo que siento que Javiercito necesita a su papá. Que todos los días mira sus cosas con carita de pena, así hago que pasen más tiempo ellos y yo puedo tirarme a la cama un ratito”.
- “Le digo a mi esposo: ‘Mira cómo te observa. Eso es que quiere jugar contigo’”.
- “Yo mando a mi hijo a comprar pan los domingos con su papá, así me quedo más tiempo sola en la camita”.
- “Los domingos mi bebé se despierta tipo 6 am y le digo a mi esposo que por favor se encargue de ella hasta las 7 y que le prometo que a las 7 la veo y… me duermo hasta las 8. Cuando él me ve durmiendo no me quiere despertar, aunque me dice que ya se sabe cuál es mi juego y que siempre se la hago, ja, ja”.
- “Algunos domingos le doy pecho cuando se despierta (a eso de las 6) y cuando termina le digo a mi marido: “Me despiertas en 5 minutos y desayunamos, ¿ok?”. Y los 5 minutos se convierten en dos horas extra de sueño. Y mira si es bueno que me espera para desayunar juntos, muerto de hambre, ja, ja, ja, ja”.
5. Los dulces fantasma.
“Puedo confesar que con esto de la lactancia y el frío es tanta el hambre que me da, que me como las galletas de mis niños a escondidas de ellos”.
Y así, creo que tenemos miles más que agregar: A ver, ¿quién da comida nutritiva el fin de semana? Naaada, desde el viernes en la noche, en mi casa, aplico Cajita Feliz y a seguir la vida… Y otra, ya para acabar: ¿Alguien todavía cuenta las gotas de Gaseovet? Chorro a la boca nomás, con gusto y sin embudo, je.
Si alguna vez te sentiste mal por ser una traviesa, que venga el alivio. Eres normal.
Por Majo Salazar para Naran Xadul
Majo Salazar de Hidalgo.
Majo es comunicadora y mamá bloguera
Blog: mama-majo.com / facebook.com/lamamamajo
Colaboro con: http://www.mamasbloguerasperuanas.com