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El mejor regalo que le puedes dar a tus hijos estas vacaciones: Deja a un lado tu celular

Publicado: 31 de Julio 2018
Criando con consciencia
Foto: IG @unamama_fotografa
Foto: IG @unamama_fotografa

Si vas a tener la bendición de pasar unos días libres disfrutando de su compañía; Viéndolos desde cerca, escuchando lo que te dicen, disfrutando sus ocurrencias y creando las memorias que se quedarán guardadas hasta que esos niños dejen de ser niños y vayan un poco más lejos de tu vida.

Tómate el tiempo para en verdad estar ahí. Para que tengan tu presencia completa.

Ese es el mejor regalo que les puedes dar.

Porque cuando tu hijo quiere estar contigo y tú no puedes dejar de ver el celular, lastimas su autoestima ya que le transmites que él no es lo suficientemente importante o interesante para sus papás y se siente rechazado.

Y esto no sólo ocurre con niños mayores. Tu adicción al celular afecta también gravemente a tu bebé.

Porque los bebés desde los primeros días necesitan de tu atención, de tus gestos, de tus palabras y tu observación para ir aprendiendo y moldeando su desarrollo.

Si la imagen que tu bebé recibe de ti la mayoría de las veces, es viendo el celular, le estará faltando un parte fundamental para su desarrollo cognitivo y social sano.

Mamá y papá:  Estas vacaciones apaguen su celular un rato. Escuchen, observen, platiquen a sus hijos. Luego podrán regresar a la vida normal.

¿Cómo hacerlo?

Pon tu teléfono en otra habitación cuando intentes ayudar a tu hijo a aprender algo nuevo o cuando están pasando tiempo de calidad. Es difícil resistir la tentación de revisar tu teléfono cuando está justo a tu lado y escuchas el silbido de una notificación o un correo electrónico.

Según estudios, los niños aprenden mejor cuando los adultos pueden prestar atención. La solución es simple: coloca tu teléfono en otra habitación. O, si eso no es posible, apaga tus notificaciones.

Tus hijos merecen tu atención completa. Merecen una vacación en la que no tengan que competir con el celular para sentirse vistos por sus papás.

Por Sandy Bleiberg

Editora en Jefe de Naran Xadul

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