6 señales secretas de que a tu hijo le falta amor y atención
Muchas veces, por falta de tiempo o cansancio, recurrimos a la tableta, al celular, a la televisión o los videojuegos para entretener a nuestros hijos.
Pero si esto se repite una y otra vez, lo único que les estamos generando es una carencia afectiva.
No hay que olvidar que desde que nacen, nuestros hijos necesitan amor, atención, cuidados, protección y un apego adecuado, para que sean niños, adolescentes y adultos saludables y exitosos.
Cuando los descuidamos o solo les damos la atención “necesaria”, van desarrollando carencias que muchas veces generan trastornos psicológicos y baja autoestima.
Una forma de conocer si a tu hijo le falta amor o atención es reconocer estas señales:
- Tiene problemas para controlar sus impulsos, cambios bruscos de conducta y respuestas agresivas.
- Desconfianza generalizada.
- Deficiente desarrollo del lenguaje y habilidades sociales.
- Déficit de atención.
- Trastornos de ansiedad.
- Dificultades para expresar sentimientos y problemas para modularlos.
Cuando estos síntomas son desatendidos en un niño, lo más probable es que se convierta en un adulto con escasas habilidades sociales, egocéntrico y dependiente emocionalmente.
La necesidad de afecto para el desarrollo infantil.
Durante los primeros meses de vida —años, incluso—, un bebé necesita recibir caricias, abrazos, besos y palabras cariñosas, para estimular su crecimiento y la maduración de su cerebro.
Sabemos que no es suficiente con alimentar al bebé para que crezca sano; hay que transmitirle afecto y cariño, y hacerle sentir que es amado para que se desarrolle adecuadamente, no solo en el plano afectivo, sino también físico y mental.
No es necesario que el niño sea objeto de situaciones extremas como maltrato, negligencia, abandono, largas hospitalizaciones, separaciones o divorcios traumáticos, para verse en una situación de carencia afectiva, muchas veces graves.
Niños que pasan horas frente a la pantalla de la televisión, de la computadora o de una tableta, en realidad no se están beneficiando con la interacción afectiva, social e intelectual que corresponden a su edad.
La tendencia a dejar a los niños con la niñera virtual durante largas horas, trae como resultado relaciones impersonales.