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Miedos y temores nocturnos: ¿Cómo ayudarle a superarlos según su edad?

Publicado: 29 de Mayo 2018
Preescolares
Foto: IG @lamamadelbebe
Foto: IG @lamamadelbebe

Todos los niños sienten miedo. Esto es normal y parte de su crecimiento. Es normal que conforme un niño crece, sus miedos dejen de ser principalmente imaginativos y de fantasía, y pasen a ser miedos más realistas.

Aunque cada niño es único, tiene sus propios miedos y le funcionan soluciones diferentes, algunos miedos son muy comunes por su edad y etapa de desarrollo.

A continuación, algunos de los miedos más comunes según la edad de tu niño, y algunas estrategias para ayudarlo a superarlos:

0 a 2 años

  • Ansiedad ante extraños.

Entre los 6 y 8 meses, un bebé comienza a reconocer a personas conocidas y desconocidas. Para este momento, tu bebé ya tiene un vínculo contigo. Que tu bebé prefiera estar contigo, es una señal de un apego seguro.

Para cuando tu bebé gateé y después camine, y se vuelva más independiente, es bueno que mantenga su distancia y prefiera estar contigo. Por su seguridad, es bueno que prefiera estar con personas conocidas que desconocidas.

Para ayudarlo, es importante que cuando tu bebé conozca a alguien más y vaya a pasar tiempo con él, tú lo acompañes al principio y lo dejes por tiempos cortos. Si tu bebé ve que confías en alguien más, probablemente él también confiará en esa persona. Respeta sus tiempos y ayúdalo a sentirse cómodo. Ignorar su miedo solo lo hará peor, pero tampoco prolongues la despedida.

  • Ansiedad de separación.

Entre los 8 y 10 meses, un bebé se da cuenta de que las cosas existen aunque no las vea. Por esto, es muy difícil para él separarse de ti. Se siente ansioso por que no sabe a dónde irás, y no sabe dónde estás cuando no te ve.

Para ayudarlo, es importante que respetes su desarrollo y sus tiempos. Despídete de él antes de irte y dile que regresarás.  No te separes de él por mucho tiempo, y menos si vivió un cambio importante (por ejemplo, si acabas de comenzar el proceso de ablactación). Trata de dejarlo con alguien conocido, en un espacio conocido para él, con sus juguetes favoritos y algo que le recuerde a ti. Seguir la misma rutina también puede ayudar.

  • Ruidos fuertes (en especial, el ruido del escusado)

Los niños de esta edad, no diferencian entre lo que imaginan y lo que verdaderamente ocurre. Pueden relacionar el ruido con un monstruo u otro objeto que les dé miedo. Si algo les asusta una vez, probablemente también les asustará la próxima.  Además del ruido del escusado, puede ser el ruido de un relámpago, el ladrido de un perro, la aspiradora o una alarma.

Puede ayudar explicarle por qué surge ese sonido, y darle seguridad cuando está asustado. Explícale y trata de decirle antes de que suceda: “Ahora voy a jalar el escusado”, para que pueda prevenir y se asuste menos. Es importante que lo acompañes y que conozca el objeto antes de que haga el ruido que le molesta.

  • Disfraces y máscaras (por ejemplo, un payaso)

Un niño se puede asustar al ver una persona disfrazada. Esto sucede porque él no comprende la diferencia entre la apariencia (lo que ve) y lo que hay debajo (la persona de “verdad”). Por esto, también le dan miedo las máscaras. 

Los niños tienen una idea de cómo las personas se ven, y cuando esto no sucede, se sienten confundidos. Por ejemplo, al ver un payaso, se siente confundido por lo que él cree que es una persona, y lo que ve en el disfraz.

Puedes ayudarlo, jugando con él con algunas máscaras de su personaje favorito o disfrazándose mientras juegan.

3 a 5 años

  • Animales (en especial, perros)

Además de tenerle miedo al peligro, en esta etapa los niños son muy imaginativos.

Pueden ver un perro amigable, y asustarse porque su imaginación los hizo creer que el perro era una criatura extraña. No diferencian bien. Por ejemplo, no ven la diferencia entre un perro y un lobo.

Para ayudarlo, lo mejor es acompañarlo y poco a poco, acercarse al perro. No se trata de sufrir, pero tampoco de huir. Puede acariciar al perro contigo, mantener su distancia y por poco tiempo. Explícale que aunque hay animales que le pueden hacer daño, también hay animales muy cariñosos y divertidos.

  • La oscuridad

Gracias a su imaginación y mundo de fantasía, le tiene miedo a la oscuridad. Le da miedo no poder ver e identificar lo que hay a su alrededor. Le pueden dar miedo las sombras o ruidos que escucha en la oscuridad.

Para ayudarlo, un peluche u juguete que lo “proteja” puede darle seguridad y comodidad. Puedes poner una lámpara o un foco en su cuarto para que no esté totalmente oscuro, o dejar la puerta entreabierta.

  • Miedo al cambio

Tu niño está aprendiendo cómo es el mundo. Un cambio de la rutina, como un corte de pelo, una comida nueva o una cama nueva, lo asustan y lo sacan de la rutina.

Está tratando de ser más independiente, si siente que no puede predecir y controlar su entorno, se sentirá asustado y confundido.

Para ayudarlo, es importante que le expliques que las cosas cambian, y esto no es necesariamente malo.

  • Pesadillas o terrores nocturnos

Tu niño no sabe diferenciar la realidad e la fantasía. Por eso, le dan miedo los monstruos, las brujas y los fantasmas.

Lo mejor es ser empático y tratar de explicarle: un sueño es solamente un sueño. No niegues su sentimiento, trata de tranquilizarlo (y tranquilizarte tú), y pedirle que hable sobre su miedo, que te dibuje su miedo, o leer un cuento sobre esto también puede ayudar.

 

Con información de: Zero to Three

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