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Súper mamás: la epidemia de nuestra época

Publicado: 14 de Febrero 2018
Vida de mamá
Foto: Twenty20
Foto: Twenty20

En estos tiempos las mamás nos enfrentamos a innumerables presiones en relación a la maternidad y a nuestra vida.

Nos imponemos demasiadas expectativas imposibles de cumplir que generan que uno se sienta frustrada y agotada.

Por un lado, queremos ser excelentes madres, con paciencia y tolerancia para nuestros niños, nos exigimos ser enfermeras, choferes, entrenadoras, hasta nutriólogas y maestras para ellos, además queremos ser divertidas y estar de buen humor siempre.

Por otro lado, sentimos la necesidad de ser perfectas profesionales, entregadas esposas, hijas responsables, amigas incondicionales y para colmo vernos bonitas sin olvidar estar en forma. 

Con la fantasía de poder realizarlo “todo” y nunca quedarnos atrás en nada. No vaya a ser que los hijos de la vecina esten mejor vestidos o que nuestros hijos no sepan dos idiomas desde chiquitos.

Es como si quisiéramos ser Súper-mamás todopoderosas.

Esto no es posible, ¡Es irreal pensarlo!

No alcanzan en el día las horas y los días en la semana para cumplir la interminable lista de pendientes…. Tantas expectativas impuestas por la sociedad y por nosotras mismas, nos provocan estrés y ansiedad, además de un desgaste significativo a nivel físico y emocional. 

En el acelere por ser las madres perfectas nos olvidamos de disfrutar el día a día con nuestros hijos, ignorando las pequeñas cosas que son las que realmente nos llenan como madres.

Por si fuera poco, nos sentimos evaluadas y juzgadas por los demás y lo más triste es que con tal de cumplir, somos capaces de sacrificarnos a nosotras mismas o dañar la relación con nuestros hijos para atender la agenda establecida:

Cuántas veces por estar apresurándolos terminamos en gritos y amenazas.

Es momento de preguntarnos:

¿Es necesario cumplir con TODAS esas expectativas?, ¿Nos importan realmente, todas esas metas a corto y mediano plazo?,¿ Es necesario hacer todo YO?, Debemos disminuir el nivel de exigencia y bajar el estrés para empezar a disfrutar más. Nuestros hijos crecerán rápido.

Debemos disfrutar los pequeños momentos a su lado. Empezar a estar más satisfechas con todo lo que hemos logrado y pensar que al final de cuentas no deseamos que nuestros hijos nos recuerden como una madre estresada, saturada e impaciente, sino como una madre que acepta sus debilidades y que es feliz.

Por Adina Galante Para Naran Xadul

 

Adina es psicóloga de profesión, con maestría en terapia cognitivo-conductual, terapeuta emocional de niños y adultos y mamá de dos niñas.

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