¿Es momento de tener otro bebé? Nuestro quiz de dos minutos te lo dirá

¿Están listos para agregar otro integrantes al clan?

Aunque sólo tú y tu pareja son los únicos en responder certeramente esta pregunta, este quiz rápido puede arrojar luz sobre esta incógnita. Listos….

Si contesta con un SI a la mayoría de estas afirmaciones es que este es el momento ideal:

• Tu pareja está de acuerdo. O al menos no está formado sacando cita para hacerse una vasectomía.
• Financieramente puedes sobrellevar los gastos que esto  implica.
• Has perfeccionado el vivir con muy pocas horas de sueño al día. Si igual ya no duermes, que diferencia hace atender a otro bebé más por las madrugadas
• Tienes una ligera obsesión con buscar nombres de bebés.
• No has podido deshacerte de  la ropita de bebé que tienes guardada en la bodega, en tu closet, debajo de tu cama y hasta en la casa de tus suegros.
• Cuando oyes llorar a un bebé, automáticamente volteas a buscarlo, mientras sientes una punzada en el útero.
• Cargar a cualquier recién nacido es lo mejor que te puede pasar
• Si crearán una fragancia llamada “olor a cabeza de bebé” comprarías una caja entera.
• Extrañas el sentimiento de que te pateen por dentro, el de un bebé lactando o el de tener en tus brazos a alguien constantemente.
• Tus hijos no están en contra de la idea. Digamos que cuando juegan a los muñecos, los muñecos no terminan cocinados dentro del horno o arrojados del otro lado de la barda.
• La idea de otro parto no te causa ataques de pánico. Si tu vagina está lista, tu también lo estás.

Ahora, si contestas que SI a las siguientes afirmaciones es que aún NO estás lista para otro bebé:

• Amas con todas tus fuerzas dormir. O comer sushi, tomar café o vino.
• No estás lista para perder tu espacio: La idea de tener un bebé pegado a tu pecho todo el día no te parece muy atractiva.
• Prefieres ahorrar para una buen vacación familiar o para remodelar la casa que para un nuevo bebé.
• No crees que tu hijo o hijos estén muy convencidos con la idea de tener otro hermano.
• Sientes que tu paciencia ha llegado a su carga máxima.
• Pensar en la idea de otro parto te causa escalofríos en la espina dorsal.
• Tu pareja no cree que sea una buena idea.