Cuando crias hijos y no tienes en nadie en que apoyarte
Es difícil criar hijos sin una tribu...
- Sin una suegra que te ofrezca a cuidarlos de vez en cuando.
- Sin hermanos cerca que consientan a tus hijos como sólo un tío o una tía puede.
- Sin primos para tus hijos que los llenen de ese amor incondicional.
- Sin una mamá que te ofrezca estar con ellos cuando estás enferma.
Sin duda, las mamás o papás agradecemos infinitamente toda la ayuda que nos brinda nuestra familia, amigos o familiares para cuidar a nuestros pequeños en momentos de crisis: cuando estamos enfermos y nos sentimos MUY mal, o cuando tenemos miles de pendientes y pensamos que el mundo se viene encima.
Pero hay mamás que no tiene ayuda.
- Que tienen que sacar la fuerza de adentro para hacerlo todo ellas.
- Que no se permiten soltar un poco, porque no tienen quien les detenga la espalda.
Hay mamás que tan sólo tienen a su esposo para dividir la carga. Pero que a veces no es suficiente.
¿Quién no le ha hablado a su mamá, suegra, niñera, hermanas, primas, etc, para que cuide a nuestro tesoro mientras nos sentimos mejor o nos liberamos de los pendientes? Pero, ¿qué pasa cuando por razones del destino no tenemos quién nos apoye?
Imagínate que estuvieras en esta situación: tienes una migraña insoportable, tus hijos (de 5, 4, 2 años) juegan, gritan, corren y quieren estar cerca de ti. Tú, sólo quieres acabar con ese dolor, descansar, dormir o estar en total oscuridad, pero no puedes… Nadie puede venir a rescatarte.
- Sólo queda sacar tu fuerza y sabiduría de tu interior.
- Sólo queda hablar con tus pequeños y confiar en que te entenderán y ayudarán. Pedirles que trabajen en equipo y que se ayuden mutuamente, mientras tu atiendes las necesidades urgentes.
- Sólo queda crear familia sin lazos de sangre. Hacer amigos y construir amistades que se vuelvan tu apoyo.
- Sólo queda solidificar las bases de tu propia familia.
Cuando necesites descansar, cuando sientas que estás en crisis, habla con tus hijos. Pídeles que jueguen, pero que sean considerados. Muéstrales tu amor y diles que por única ocasión, su rutina será diferente, así que basta con que se pongan la pijama para ir a dormir y mañana será otro día para bañarse o pedir lectura de cuentos.
Tal vez te sientas culpable de que no les estás dando tu atención al 100%, pero la debilidad y el dolor no te dejan otra alternativa.
Confía en tus hijos y en todo lo que les has enseñado, así esos momentos de crisis ellos entenderán y te ayudarán a que el momento sea menos difícil.
Eres fuerte
Con amor, todo se puede.