Tips para unas vacaciones saludables
Llegaron las vacaciones y es momento de relajarse, olvidar un poco las rutinas y si es posible, irse de viaje.
Por lo que comer saludable se vuelve más difícil -entre los helados, la comida rápida y los antojitos- sin embargo no es imposible y a continuación les menciono algunas recomendaciones de cómo lograr que las vacaciones no saboteen los hábitos y la alimentación, tanto de nosotros como de nuestros chiquitines.
Si viajas en coche, procura planear un poco más los “snacks” o comida para picar y no caer en la tentación de las super bolsas de papas fritas. Algunas opciones saludables y que suelen gustarles a los niños, son: fruta como manzana (hay tiendas donde la venden lavada, cortada y empacada al vacío) o uvas, plátanos, naranjas, zanahorias baby o palitos de zanahoria o de apio, alguna barra de cereal, yogurt bebible, fruta seca mezclada con nueces o almendras, pretzels o palomitas naturales. Si el viaje es más largo procura llevar sándwiches, tortas o incluso una ensalada de pasta o arroz.
Al viajar en avión o estar en el aeropuerto puede resultar más difícil cuidar nuestra alimentación. En los aeropuertos procura buscar algún lugar que venda sándwiches o tortas, procurando pedirlo de alguna carne magra como pollo, pavo o atún, evitando la mayonesa o la crema y pidiendo que le pongan muchas verduras.
En los aviones se tiene la ventaja de que las porciones son pequeñas y generalmente hay 2 opciones, así que procura escoger la que suene más saludable, es decir, que si ofrecen pasta con crema o pollo, escoge mejor el pollo o si hay enchiladas o huevo, procura escoger el huevo.
Actualmente muchos vuelos ya no sirven comida, así que procura llevar algún tentempié como una fruta (seca es buena opción), barra de cereal, un sándwich o torta. Para los más pequeños puedes llevar trozos de queso o palitos de queso, galletas o pan con nutela o crema de cacahuate, pasitas o arándanos. No hay que olvidar que la hidratación durante un vuelo es fundamental, por lo que hay que preferir el agua simple a los refrescos, aún más en los niños y en los adultos evitar el alcohol.
Al llegar a tu destino y estar en el hotel la palabra clave es el desayuno. Si van a salir a desayunar procura tener algo de fruta y alguna barra o cereal por si los niños despiertan temprano, para que coman algo al despertar, ya que si pasan muchas horas hasta que desayunan, pueden llegar a sentirse mal, ponerse de malas y no tener suficiente energía.
Si el desayuno en el hotel es buffet, hay que tener cuidado ya que los ojos comen más que el estómago, por lo que procura empezar con un poco de fruta y quizás unos huevos o algún guisado y quizás sí probar otros alimentos, pero en pequeñas cantidades. Cuida el consumo de alimentos con mucha grasa, fritos o con mucha azúcar como panes dulces, esto incluye a los niños
Ir a un hotel “All Inclusive” tiene sus ventajas pero también sus desventajas. Para los niños es muy cómodo ya que hay comida todo el día y de muchas opciones, por lo que difícilmente pasarán hambre o muchas horas sin comer, pero hay que tener cuidado con lo que escogemos para ellos y no optar por darles siempre Nuggets, papas fritas y pizza, sino optar por alimentos más naturales y saludables, como un pescado o pollo a la parrilla, verduras, frutas, huevo revuelto con frijoles o pavo.
Para los más grandes, hay que tener mucha fuerza de voluntad, saber cuando ya estás lleno y evitar caer en los excesos, porque si no al regresar pagarás las consecuencias.
Bien sabemos que las vacaciones son para descansar, divertirse y relajarse pero hay que hacerlo con moderación.
¡Felices vacaciones!
Por Becky Esquenazi
Lic. Nutrición y Educadora en Diabetes