Mamá no tiene tiempo para ella misma.
Había una vez una mujer que se convirtió en mamá y toda su vida cambió completamente.
Su tiempo fue para su bebé, su dinero lo invirtió en cosas para su bebé, no importaba si ella no comía a sus horas, pero el bebé debía hacerlo. Ya no salía con sus amigas, porque nadie más podría cuidar mejor al bebé que ella; ya no tenía intimidad con su pareja porque el cansancio no se lo permitía. Todo, todo se volcó a lo que el bebé “necesitaba” ¿Te suena esta historia? Claro, esa mujer somos muchas de nosotras al convertirnos en mamás.
Es como si nos pusieran un chip al parir, dejamos de pensar en nosotras mismas para estar enfocadas en una sola tarea: maternar. Es parte del sistema en el que vivimos, uno que nos ha enseñado desde niñas que las mujeres existimos para ser madres, y todo lo demás pasa a segundo término, incluido nuestro bienestar. Pero se les olvidó poner en las indicaciones de esta responsabilidad que para ser una “buena mamá” pues evidentemente “mamá tiene que estar bien”, de lo contrario el resultado esperado con el crío, no será el esperado, y te digo qué, aún así te van a culpar, porque deberías “poder con todo” y además estar bien.
Hoy tenemos que reescribir la historia, ser mamá no es dejar de ser mujer, dejar de ser profesionista, dejar de ser amante, dejar de ser amiga, dejar de ser tú. Ser mamá debería ser perfectamente compatible para que sigas haciendo lo que tanto amas, las cosas que te divierten, sigas viendo a tus amigas, sigas teniendo sexo todos los martes por la noche y miércoles en la mañana, sigas dándote tiempo para ti. Este es el reto más grande de las mujeres que decidimos ser mamás actualmente, no olvidarnos de nosotras mismas y regalarnos tiempo.
Parece una misión imposible, pero podemos lograrlo. Lo primero que tienes que hacer es buscar apoyo en tu pareja, la crianza es de dos y debemos reeducarlos con esa idea, se tiene que involucrar sí o sí. ¿Eres mamá soltera? Entonces busca una red de apoyo, estoy segura que más de un miembro de tu familia o amigas, estarán dispuestas a ayudarte de vez en cuando a cuidar a tu retoño. Ya que se cumplió con este paso, el segundo es hacer una lista de las cosas y actividades que te gustarían hacer. Y por último, haz tu plan semanal, destina tiempo a esas actividades, no tienen que ser de muchas horas, comenzar con 30 minutos al día para leer, escuchar música, meditar, hacer ejercicio o solo tomarte un café cambiará tu rutina. No siempre tienes que destinar tiempo al hogar cuando bebé duerme, aprovéchalo también para ti.
Con esto queremos recordarte que si tú no estás bien nada a tu alrededor lo estará, una pausa al día para apapacharte te hará mucho bien, tu salud emocional, mental y física deben ser tu prioridad, de ahí en adelante todo se acomodará. Tú eres importante, ser mamá no significa que tengas que abandonarte, al contrario, al no hacerlo te ayudará a estar disponible para tus hijos y familia de forma más sana y amorosa.