Mamá, no tengas prisa
Mamá, deja la prisa a un lado y disfruta el crecimiento de tu hijo, es algo que nunca regresará. Cada movimiento, cada palabra y cada emoción se quedará grabada sólo en tu memoria, así que no tengas prisa.
Mamá no tengas prisa, pronto extrañarás darle la manita cuando camina y lo tiernas que eran sus palabras cuando solo tú las entendías.
No tengas prisa cuando te invite a jugar, de pasar el tiempo juntos, de observar cómo se maravilla con tu compañía.
No tengas prisa cuando te cuente sus historias mágicas, un día preferirá estar en silencio y tú extrañarás ver sus ojos llenos de emoción.
No tengas prisa, dejará de llorar cada vez que se separen. Y estarás orgullosa de cada paso que dieron juntos.
Mientras tanto, disfruta el amor caótico de tener hijos pequeños, porque el tiempo no volverá.