¿Cómo afecta la contaminación ambiental a los niños?
Salir a la calle y ver una neblina permanente o “nata” causada por la contaminación, sin duda causa preocupación por la salud de todos, pero principalmente por la de los niños, debido a que sus pulmones continúan desarrollándose.
Cuando los pequeños inhalan el aire contaminado tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades respiratorias, asma o cáncer; además, puede afectar su desarrollo neurológico, psíquico y motor, así como su capacidad cognitiva, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
También, cuando han estado expuestos a altos niveles de contaminación atmosférica son más propensos a contraer afecciones crónicas (enfermedades cardiovasculares) en un futuro.
¡Urge poner nuestro “granito de arena”!
Un dato muy interesante que reveló la OMS es que alrededor del 93% de los niños del mundo menores de 15 años respiran aire muy contaminado que pone en grave peligro su salud y crecimiento.
Estos niños están expuestos a niveles de partículas finas del entorno (PM2.5) superiores a los fijados en las directrices sobre la calidad del aire de la OMS.
“Una de las razones por las que los niños sufren más los efectos de la contaminación del aire es que, al respirar más rápido que los adultos, absorben más contaminantes. Además, viven más cerca del suelo, donde algunos contaminantes alcanzan concentraciones máximas, en un momento en que su cuerpo y su cerebro aún se están desarrollando”.
Por eso es importante poner de nuestra parte para que los niños tengan una mejor calidad de vida.
Situación en México
En los últimos días, la calidad del aire en México ha empeorado debido a los incendios que se han presentado en el centro y sur del país, así como a un sistema de alta presión que evita la dispersión de contaminantes, a las altas temperaturas y a una prolongada sequía.
Todo esto ha ocasionado un incremento del contaminante llamado material particulado, el cual aumenta el riesgo de enfermedades respiratorias en niños, adultos mayores y mujeres embarazadas.
El contaminante que ha registrado mayor incremento es el material particulado, cuyos principales componentes son los sulfatos, nitratos, amoníaco, cloruro de sodio, hollín, polvos minerales y agua.
Esta mezcla de partículas sólidas y líquidas de sustancias orgánicas e inorgánicas suspendidas en el aire pueden penetrar y alojarse profundamente dentro de los pulmones, atravesar la barrera pulmonar y entrar en el sistema sanguíneo.
Cuando estas partículas llegan a niveles muy altos, como se registra actualmente en la Ciudad de México, se recomienda evitar actividades al aire libre, hidratarse continuamente, reducir el uso de lentes de contacto y acudir al médico en caso de sentir molestias.
Fuente: OMS