Dejar que tus hijos elijan su ropa le da habilidades para el mundo adulto
Seguramente has estado en medio de un pleito porque tu hijo se quiere poner el pants de la pijama para ir a comer a casa de los abuelos, o que tu hija quiere salir de vestido cuando está lloviendo y hace muchísimo frío.
Todos hemos estado en esa situación y a más de uno nos ha tocado retorcemos por dentro cuando vemos que de su outfit nada combina.
Pues déjame decirte que todos los niños lo hacen y es parte importantísima de su desarrollo. Elegir su ropa le ayuda a formar su identidad, y aunque no lo creas, un niño de 2 años ya sabe qué le gusta y qué no. Saber elegir es una habilidad fundamental para la vida adulta en la que nos atoramos inclusive muchas veces nosotros como papás con preguntas tan sencillas como a dónde quieres ir a comer.
Elegir la ropa les permite reconocer y mantener su voluntad sin caer en cosas que no se adapten a él ni a su entorno.
Cuando le permites decidir sobre su propia imagen también le estás enseñando a ser más responsable con su cuerpo y su cuidado personal, así como entender que es dueño de su cuerpo y nadie más.
Hay algunas recomendaciones para hacer esto más fácil y es según su edad:
- En niños muy pequeños menores de tres años dales muy pocas opciones y asegúrate de que todas sean adecuadas al clima y situación social, mantén las opciones no adecuadas fuera de su vista. Presenta las opciones con entusiasmo sobre todo cuando sabes que puede que exista resistencia.
- En niños mayores a 3 años que están empezando a entender las reglas sociales es importante que sepan que en ciertos climas hay ropa más adecuada para no pasar frío, o que existen reglas de etiqueta.
- Cuando los niños se tardan demasiado en decidir o no saben qué es lo mejor para cierta actividad, es bueno que los ayudes dándoles opciones limitadas, que escoja entre dos o tres opciones, y si algo no va con el clima, ofrecerle opciones, por ejemplo en las niñas ponerse un pantalón debajo o medias si sólo quieren salir con vestido.
Pero para los niños el simple gesto de permitirles escoger sus zapatos es suficiente para sentirse más seguros de sí mismos y aumentar su autoestima, pues se dan cuenta que sus decisiones además de ser respetadas, son tomadas en cuenta.
Todos sabemos la felicidad que le causa a un niño ponerse esa sudadera que tanto le gusta, o sus tenis de lucesitas. Por eso también es bueno que los dejemos disfrazarse de vez en cuando, esto les ayuda a desarrollar su creatividad y a sentirse libres de expresarse.
Su personalidad también va ganando confianza, lo que le permitirá en un futuro tomar decisiones más claras acerca de lo que le gusta y lo que no.
Información verificada por Karen Zaltzman, Coach de crianza.