El daño que le causa un papá infiel a su hija mujer
Siendo hombre y al mismo tiempo el papá de una hija de 10 años puedo entender perfectamente el daño y las consecuencias que puedo causarle por una infidelidad a mi bella hija; aunque en mi caso no aplica por ser un hombre divorciado, conozco bastante bien este tema que hoy les comparto porque lo he vivido muy de cerca y es algo que definitivamente y sin discusión alguna, marca de forma negativa el corazón y la mente de nuestras princesas y por ende, el de una niña al crecer y convertirse en mujer.
Empecemos por recordar que todo papá es el 1er amor de su hija y ese ideal de hombre les crea estructuras que con el tiempo van formando la imagen del hombre que ellas buscarán al crecer, entonces fíjate bien papá qué patrón o modelo le estas marcando a tu hija que tanto dices amar y adorar, ya que con tus acciones puedes hacerle un tremendo daño a esa pequeña que también es nuestro mayor tesoro de amor puro y verdadero.
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Así que si realmente la amas no le hagas daño a su madre siendo infiel, porque con esto estás retrasando una generación más la evolución de tu propia familia al igual que su crecimiento en un tema que ya está bueno de seguir propagando, porque sabes muy bien que todo esto genera mucho dolor y sufrimiento.
Una hija que ve sufrir a su mamá, de forma inconsciente está alimentando un sentimiento negativo hacia los hombres y hacia su padre; si además de esto la madre engañada y en medio de su sufrimiento y dolor se desahoga con su hija al contarle las penas que pasa con su esposo, le está alimentando erróneamente ese trauma que a futuro saldrá en sus relaciones sentimentales.
Si tu caso es este, es decir, si te están engañando o te engañaron y tienes hijos, lo mejor que puedes hacer es no involucrarlos en el doloroso evento y no aumentar el problema poniendo dolor innecesario en sus corazones, al contarles detalles de esa infidelidad o hablándoles de su padre o de su amante.
Los niños al crecer van a sacar sus propias conclusiones, deja que al ser adultos y con la ayuda del tiempo entiendan mejor todo y verás que las cosas caerá en el lugar correcto.
Es muy cierto que en muchas ocasiones adicional al daño causado por el papá con una infidelidad, la madre termina haciendo más daño a su hija al revolver la casa con este drama y torturando a la niña que aún no está preparada para asimilar el por qué su héroe le falló.
No quiero señalar culpables o responsables en este escrito, solo quiero invitar a la reflexión, ya que en estos hechos creo yo, todos pierden, tanto la madre o esposa, la hija, y el papá, quien es el que más pierde ya que la confianza y el respeto no se pueden recuperar, eso es como cuando una porcelana fina se cae al suelo y se rompe en mil pedazos.
Los hijos hombres sufren mucho también al ver sufrir a su mamá, pero en esta ocasión quiero hacer el enfoque en las niñas que serán las mujeres del mañana.
Inevitablemente una niña que crece en este ambiente cuando tenga sus relaciones amorosas se va a enfrentar con el fantasma de la desconfianza, la inseguridad y los celos (con toda razón).
Hoy en día muchas abuelas que cometieron el error de involucrar a sus hijas en los problemas de infidelidad de su esposo, se lamentan de haberlo hecho ya que son muy conscientes de que hicieron mayor esa herida y que sería menor el daño o trauma si se hubieran aguantado un poco.
Ya estando en este punto te preguntarás: ¿y entonces qué hago?
1. Pide ayuda, busca ayuda, no estás sola. Gracias a Dios hoy en día existen muchos profesionales expertos en estos temas que de forma muy efectiva te pueden ayudar a superar tus traumas o daños que afectan tus relaciones actuales y que no te están dejando disfrutar a plenitud tu vida.
2. Esa misma ayuda está disponible para tu hija o hijo, es mejor hacerlo desde pequeños para cerrar lo antes posible ese doloroso capítulo y no dejar que crezca o se magnifique el daño que sabemos que esto causa.
3. Usa la poderosa medicina del perdón para sanar tus heridas causadas por esa infidelidad, recuerda: “cuando perdonas te estás liberando, no le estás regalando al otro nada. Te estás haciendo a ti misma el mejor regalo del mundo, te estás liberando de esa carga que te ata a un hecho doloroso que es mejor enterrar y no traerlo más a tiempo presente, déjalo en el pasado”.
4. Fortalece tu vida espiritual ya que así sanarás más fácil y verás ese evento como algo que ya no te afecta y cuando lo veas así, quiere decir que ya lo superaste.
Texto por SuperPapáCJ
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