Por qué adoro ver caricaturas con mis hijos
¿Has visto “El increíble mundo de Gumball”? Es una caricatura con un humor tan inteligente, que pone en vergüenza a las mejores caricaturas noventeras de Cartoon Network, sumado a una animación que combina muchos estilos, lo que le da profundidad única a cada personaje.
“Gravity Falls” tiene un poco más de años, pero mantiene su vigencia. No recuerdo haber visto una caricatura tan graciosa y a la vez tan emocionante, enfocada en historias de lo paranormal, como lo es Gravity Falls. Después de verla, los Expedientes Secretos X me aburren.
Como esas dos caricaturas, hay muchas otras que están definiendo nuevos estándares de animación y humor familiar. Pero la verdad es que no las veo porque sean muy buenas. Las veo porque a mis hijos les fascinan, y les gusta que yo las vea con ellos.
No se trata nada más de entretenerse. Es un momento familiar, en el que nos conocemos mutuamente a través de la risa. Me gusta verlos reír, me gusta descubrir qué les causa risa e incluso, con qué personajes se identifican.
Las caricaturas son un tema de conversación sencillo para ellos. Podemos compartir opiniones y recordar nuestras escenas favoritas. Como papá, me sirve para hacerles saber que me importa lo que les gusta, que quiero pasar tiempo con ellos y que pueden compartir cosas conmigo.
Se ha presentado la oportunidad de que veamos juntos las caricaturas que yo veía cuando era niño. “El laboratorio de Dexter”, “Bob Esponja”, “Caballeros del Zodiaco”, “Batman”, entre otras. Esas caricaturas eran importantes para mí porque eran parte de quién era yo (todavía lo son).
No las vemos por obligación. Si así fuera, no tendría sentido verlas. Queremos pasarla bien juntos, y de paso, conocernos un poco más. Deseo que me conozcan un poco a través de lo que definió mi infancia, pero sé que no estarán interesados, si yo no lo estoy con ellos.
Lo mismo pasa con ellos. Cuando crezcan, y recuerden las caricaturas que marcaron su infancia, me gustaría que también recuerden que su papá las veía con ellos. Que reíamos juntos. Que estuve ahí con ellos para compartir lo que era importante para ellos, incluso si se trata de una familia de gatos azules y conejos rosas animados.
Por Daniel Flores Cuevas para Naran Xadul.
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