Una mujer no encuentra al amor más grande de su vida cuando conoce a un hombre, sino cuando se vuelve madre
Una carta de amor para mi hijo
Hijo:
Quizás cuando crezcas tú no recordarás...
No recordarás la forma en que me miraste por primera vez, justo después de que naciste, o la forma en que te acerqué a mi corazón y me maravillé de tenerte cerca de mí.
No recordarás la forma en que sanaste mi espíritu roto. La forma en que completaste mi corazón.
Yo estaba incompleta antes de tenerte, tú me hiciste sentir completa.
No recordarás cómo no nos separábamos nunca. Era como si no hubieran cortado el cordón umbilical.
No recordarás la forma en que yo te veía llena de orgullo, mientras todos te admiraban al verte entrar en mis brazos a todos lados, siempre eras el bebé más hermoso para mí.
No recordarás la forma en que me hiciste reír con todas las tonterías que hiciste.
No recordarás como se estremeció el corazón cuando descubrí lo tierno y amoroso que eras.
No recordarás la manera en que te secaba las lágrimas con mis besos o nuestros saludos de conejo juntando nuestras narices.
No recordarás como sin palabras, nuestras almas podían tocarse y decirse entre sí cosas que las palabras nunca podrán.
No recordarás las miles de noches que dormiste tranquilo sobre mi pecho.
No recordarás los festines de cosquillas que tuvimos.
No recordarás la forma en que mi corazón se rompió y se hizo un poco más grande cada vez que superaste un logro, cuando te sentaste solito o caminaste por primera vez.
No recordarás lo feliz que me hiciste desde el momento en que entraste a mi vida.
No lo recordarás, pero yo lo haré... y llevaré estos recuerdos en mi corazón por los dos.
Y me llenarán por siempre el alma de felicidad.
Y aunque tú no lo recuerdes, yo podré ver cómo esas semillas de amor que planté en ti en estos primeros días te harán crecer fuerte y arraizado.