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Cuando quieres otro bebé, pero tu marido no 

Publicado: 3 de Julio 2020
Vida de mamá
Foto: IG @justy_olive
Foto: IG @justy_olive

Llevo más de un año pensando en la idea de tener otro bebé, ahora que mi hija tiene 3 años, siento que estoy en un punto crucial para la llegada del hermanito, pero mi pareja no quiere. 

 

Un de los temas más importantes cuando decides formar una familia con alguien son cuántos hijos van a tener y por supuesto, cuánto tiempo debe pasar entre uno y otro. 

 

Siempre tuvimos en la mente dos, y claro que si la primera fue niña, el segundo sería niño y su nombre empezaría con la misma letra que nuestra hija, -nosotros hicimos el plan perfecto, en nuestra mente-.

 

Pero ahora que hemos pasado ya tres fabulosos años siendo papás, un segundo bebé se quedó en el cajón de las cosas que nunca pasarán, al menos no por ahora. 

 

Hace un año me sentía bien con esa decisión, si lo pensamos, los hijos no son tan baratos y el precio por tener una estabilidad emocional es alto también. Una vez que sientes que tu vida ha vuelto a la normalidad, dejas la lactancia y la pasión regresa a tu cama, pensar que vas a volver a pasar por lo mismo es aterrador. 

 

Pero un año después, las cosas parecieran ser más fáciles, hoy pienso en un segundo bebé y siento que todo puede fluir, que ya no tendrá una mamá tan histérica o preocupada por todo. 

 

Y que la situación económica puede acomodarse bien con otro más, pero mi esposo no piensa así. 

 

Para él el gasto es enorme y la paciencia no alcanza. Apenas se está reponiendo de las desveladas y el cansancio extremo (jaja), y no puede siquiera imaginar la presión por mantener a flote a una familia de 4. 

 

Y yo veo a mi hija jugando sola y puedo visualizar un bebé más, ahí en nuestra sala; la veo conviviendo con sus primos y no puedo imaginar que vaya a crecer sin sentir el amor de ser hermana, sin esa complicidad y compañerismo que, aunque tengas 100 primos, jamás será igual.

 

Veo a los bebés de mis amigas y mi útero tiembla, otras amigas dan la noticia de su embarazo y su emoción me hace extrañar lo que yo una vez sentí y ya no volveré a vivir. 

 

Sin embargo no puedo hacer nada, no puedo forzarlo, un bebé es una gran decisión y llega con tantos cambios que no sería responsable hacerme de la vista gorda, quitarme el DIU y embarazarme por “accidente”.

 

Aunque mi corazón quiera otro bebé y mis brazos estén listos para amar al doble.

 

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