No está mal aceptar que la lactancia nos fue difícil
Tengo que aceptarlo; de los distintos miedos que una mamá puede sentir con la llegada de su bebé, ninguno me pareció tan agudo como el miedo a no poder alimentar a mi hijo.
Durante mi embarazo me acerqué al tema de la lactancia materna con una intensidad indescriptible: tomé todas las clases, leí los libros, pregunté a los expertos y vi todos los videos.
Pero como todos sabemos, con cualquier nueva habilidad que tratamos de dominar en la vida, hay lecciones que no se pueden encontrar en los libro y que se tienen que vivir en carne propia.
Cuando nació mi bebé me volví una guerrera dispuesta a dominar el arte de amamantar: a través del dolor intenso de los pezones agrietados y a punto de sangrar, intentaba alimentar a este ser humano tratando de relajarme (porque era lo que me habían recomendado) y de no pensar demasiado en eso.
Pero cuando el pediatra me dijo que mi bebé no estaba subiendo de peso, recuerdo entre lágrimas darle fórmula en lo que se sentía, en ese momento, mi primer gran fracaso como madre.
¿Por qué no podía hacer esto?
Sólo después de la ayuda de una maravillosa asesora de lactancia, logré volver a tomar control de mi proceso de lactancia y comencé a amantar en libre demanda.
Pero debo aceptar que este proceso que es tan natural para muchas mamás, no fue algo natural para mí en lo absoluto.
Mirando hacia atrás, le diría a esa madre cansada y ansiosa que en algún momento, su miedo, preocupación y frustración van a disminuir. Le diría que se sentirá más grande y poderosa después de superarlos.
Pero que no pasa nada si en este momento se siente pequeña y desesperada.
No importa cómo elijamos alimentar a nuestros hijos, las pruebas que suframos en el proceso nos hacen fuertes y valientes.
Ahora agradezco a mi cuerpo, a mi bebé y nuestro viaje de lactancia juntos,
Gracias por las maravillas que me han mostrado.
Casi un año después, me maravillo de la forma en que los cuerpos de las mujeres son capaces de producir y mantener la vida, definitivamente es un proceso milagroso.
¿La lactancia ha sido un proceso complicado, tienes dudas o no te acomodas tú o tu bebe?
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