Mamá, toma un poquito de paciencia
Mamá toma un poquito de paciencia y disfruta a tu bebé, disfruta su niñez, porque crecerá más rápido de lo que crees.
Así que si hoy por la noche no se quiere dormir, toma un poquito de paciencia y arrulla a tu hijo en brazos, cuéntale un cuento o quédate a su lado tomando su manita. Un día se dormirá solito y no necesitará más a mamá para que le quite sus miedos.
Hoy que vuelva a pedir tus brazos por enésima vez, cárgalo y toma un poquito de paciencia, aunque tengas que dejar a un lado lo que estabas haciendo. Dale 5 minutos más de ti aunque sientas que no te deja ni respirar en el día. Pronto crecerá y ya no necesitará tus brazos.
Hoy que tengas que limpiar su cara porque se manchó mientras comía y tengas que cambiar su ropa porque se echó la comida encima, toma un poquito de paciencia y disfruta sus caritas chistosas que siempre hace mientras lo limpias. Disfruta ver su pequeño cuerpo y sus manitas torpes que apenas están aprendiendo. Un día lo dominará y te quitará de su lado cuando intentes ayudarlo.
Hoy que tu hijo te haga un berrinche, toma mucha paciencia, no le grites ni le pegues. Está aprendiendo a conocerse, está formando su propio carácter y es normal que rompa en llanto cuando se siente incomprendido. Ayúdale a entender lo que le pasa, acompáñalo, guíalo, pero no lo hagas sentir mal por sus emociones. La forma en la que lo soportes desde ahora se verá reflejado en el futuro.
Hoy que te sientas más cansada que nunca, toma un poquito de paciencia. Los días de calma volverán, la casa ordenada también. Pero tu bebé no volverá a ser así de pequeño, no volverá a pedir besos mágicos que todo lo curan, no volverá a tirar todo a su paso mientras se ríe de cómo suena todo, no volverá a pintar las paredes.
Hoy que veas a tu bebé, toma un poquito de paciencia y no olvides que tú eres su mayor ejemplo.