La voz de mamá, el sonido más dulce antes de nacer
Dicen que la primera forma de poesía que llega a nosotros es a través de los oídos. Desde que está en tu pancita puedes hacerle saber que estás ahí, siempre con él y para él.
Solo necesitas hablarle y cantarle, acariciarlo y arrullarlo con suaves movimientos de tu cuerpo.
Comunicarte con tu bebé durante el embarazo es muy importante para ir creando ese vínculo único entre mamá y bebé.
Oirá cuando tarareas una canción y aprenderá a conocer tu tono y el ritmo de tu voz, también reconocerá siempre el latido de tu corazón.
Y cuando esté por fin entre tus brazos, ese latido y el tono de tu voz le harán sentirse protegido y amado.
Mucho se habla de los beneficios del arrullo, no sólo para dormirlos, también para calmarlos en algún episodio de llanto, ansiedad o berrinche.
También con el arrullo y el balanceo rítmico se refuerza su tono muscular, pero no sólo eso, les brindamos seguridad, se sienten cobijados, arropados amorosamente, abrazados al mundo y a los brazos de la persona que más lo va a querer en este tránsito.
María Emilia López dice que todo esto “construye una envoltura no sólo física, constituyen grandes apoyos psíquicos y corporales”.
Por todo eso acuna, arrulla, arropa, abraza y cántale a tu bebé, desde que sientes que está ahí, empezando su vida dentro de mamá.
Escrito por FILIJ para Naran Xadul
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Fuente: Las nanas infantiles y María Emilia López. Nacer a lo poético, en Palabras que zurcen. “Lecturas sobre Lecturas”. México, CONACULTA, Primera edición 2014.