A la mamá que justo terminó su periodo de dar pecho
Antes que nada déjame felicitarte. Porque amamantar a tu pequeño quizás no fue fácil o agradable. Pero lo hiciste y lograste hacer algo realmente increíble para tu bebé. Y eso definitivamente debe ser reconocido y celebrado.
Sé que ahora te puedes sentir triste de que esta etapa está finalizando, pero créeme, ese lazo que has construido con tu bebé en estos meses, no desaparecerá, ni se debilitará. Muy por el contrario:
Porque ese lazo se fortaleció con una fuerza inexplicable.
Se hizo fuerte en esas primeras horas, días, o semanas en que pusiste toda tu energía y fuerzas en lograr que se enganchara correctamente.
Quizás fueron momentos frustrante o dolorosos, pero la satisfacción de haberlo logrado fue grandiosa.
Se hizo fuerte en esas interminables noches de insomnio. En esos momentos silenciosos y tranquilos a mitad de la madrugada en que tú y tu bebé estaban realmente conectados.
Se hizo fuerte cada vez que tu bebé lloraba y tú podías, mágicamente, hacerlo sentir bien, ya sea que tuviera hambre, estuviera enfermo, ansioso o lo que fuera.
A la mamá que está a punto de terminar de amamantar, permíteme validar y celebrar tu proceso...
Felicidades por alimentar a otro ser humano con tu cuerpo. Porque eso es algo mágico e increíble.
Felicidades por no desistir y por intentar realmente hacerlo funcionar. No fue fácil.
Felicidades por no perder la paciencia y darse por vencida en los momentos difíciles.
Felicidades por haber hecho la mejor decisión y por las maravillas de tu leche.
Felicidades por haber creído en ti misma y en tu bebé.
Puedes sentirte orgullosa.