Debemos educar a nuestras hijas para que sean incluyentes con las otras niñas
En tiempos donde necesitamos personas que hagan más comunidad, debemos criar a nuestras hijas para ser incluyentes y no las típicas chicas malas que no les importa lastimar, aplastar o ridiculizar a otras niñas para sentirse fuertes.
No es algo que pasé únicamente en las películas americanas, todas las mujeres alguna vez hemos sufrido bullying o discriminación por otras mujeres no sólo en la secundaria, también en la vida adulta, ya sea por la forma de vestir, por la situación económica o porque simplemente no hubo click.
Pero también, sabemos lo que es pertenecer a un grupo y lo que es ser acogidas por varias personas para formar parte de su tribu.
Eso es lo que debemos enseñar a nuestras a niñas, a no fijarse si sus compañeras traen o no traen el mismo par de tenis que todas tienen, o si no compran pantalones en la misma tienda que todas.
Eso no es lo importante, lo que vale es lo que otra persona le puede aportar a tu vida o a tu grupo de amigas, ser compasivas y empáticas con los demás. Y que en la medida en que ellas sean así, recibirán lo mismo de las demás personas.
Y la mejor forma de enseñarlo es con el ejemplo. Cuando formas comunidad donde el respeto hacia los demás es lo más importante y hay espacio para cada uno, no hay lugar para los bullys.
Cuando formamos con amor, dándoles espacio para que puedan expresarse y ser ellas mismas, cuando respetamos sus gustos y las alentamos a que persigan sus sueños sin importar el qué dirán, cuando las dejamos proyectar la versión que ellas quieren dar al mundo, estamos enseñándoles a hacer lo mismo con los demás y a dar y darse la oportunidad de conocer otras caras del mundo a través de muchos ojos.
No necesitamos más niñas que le digan a otras que no se puede sentar con ellas o que se sientan superiores por pertenecer a cierto grupo de amigas, es mejor tener niñas que puedan llevarse con todos, que no tenga enemigos y que sean confiables para los demás.